Por Glendy Hernández Arozarena
Cuando un nuevo rebrote de casos positivos a la #Covid19 en #PinardelRío terminó con los días de aparente calma todos nos ajustamos a la nueva realidad.
Algunos volvieron al encierro y la seguridad del hogar; otros, necesitados de conseguir los suministros básicos, se apertrecharon con nasobuco y soluciones desinfectantes y recorren las calles; algunos, los valientes, a pesar del peligro exponen su salud por el bien de los enfermos, por ayudar a calmar una curva epidemiológica cada día en ascenso.
A este grupo de personas en extremo humanas y altruistas se sumaron trabajadores y estudiantes de la Facultad de Educación Media (FEM) de nuestra casa de altos estudios.
Cuando el 22 de octubre nuestra provincia retornó a la fase de transmisión local autóctona, Roberto Isbel Morejón Quintana, decano de la FEM, movilizó a su tropa para apoyar “en lo que hiciera falta”.
“Fuimos convocados por el subgrupo de Educación, Cultura y Deporte para apoyar en las tareas de impacto en los centros de salud de la provincia. Nuestra facultad organizó brigadas mixtas de estudiantes y profesores de las carreras de Español-Literatura, Ciencias Naturales, Química, Marxismo Leninismo e Historia, Matemática y Física; siempre bajo el principio de la voluntariedad”,
explicó Morejón Quintana.
Limpieza de pasillos, salas especializadas e higienización de áreas son algunas de las acciones que este grupo de 50 voluntarios desarrolla en el Hospital Abel Santamaría. “Lo más importante se útil y cuidar la salud”.
“Nuestro equipo usa doble nasobuco, guantes, matenemos el distanciamiento físico y continuamente nos desinfectamos con hipoclorito de sodio y soluciones alcohólicas. Siempre hay un poco de temor al contagio, pero nos importa más ser parte de esta batalla contra el nuevo coronavirus. Dejamos la comodidad de las oficinas para ayudar y lo haremos hasta que nuestra provincia logre disminuir el número de enfermos”.
El resto de las facultades y áreas de la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” paulatinamente irán sumándose a las tareas de impacto que oriente el Consejo de Defensa Provincial.
Roberto Isbel y su tropa de vanguardia son los primeros de muchos valientes que, como en la primera batalla contra la covid19, aportaron lo mejor de sí a la más humana de las tareas: ser útil a los demás.