Por India Alejandra González Molina
Los médicos, enfermeras, laboratoristas y demás miembros del personal de salud pública se han vuelto los verdaderos protagonistas durante la pandemia de la COVID-19 en todo el mundo.
Sin embargo, en el caso de Cuba hay una característica especial. Estos hombres y mujeres, además de cumplir con su deber en cualquier lugar del territorio nacional, han ido hasta distante rivera, por miles, a practicar la noble tarea de salvar vidas.
Tener como enfermera la posibilidad de presenciar en primera línea lo que hace el virus y que luego tu hija te diga que va a zona roja, es algo que indiscutiblemente despierta los temores de una madre y así le sucedió a Yuris Belkis Pérez Lorenzo.
Su hija, Belkis Vara Pérez, estudiante de tercer año de la carrera Licenciatura en Educación Logopedia, de la Facultad de Educación Infantil, en la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”, decidió sumarse al equipo de voluntarios que prestan sus servicios en los Hospitales de Campaña.
«Cuando supe la noticia de que mi hija iba a entrar como voluntaria a Zona Roja, sentí mucho miedo, ya que por primera vez se iba a enfrentar a algo tan peligroso.
comenta Pérez Lorenzo.
Muchas personas me decían ¿por qué la dejaste ir? Y yo respondía: si no formamos valores en nuestros hijos, si impedimos que vayan ¿quiénes realizarán estas actividades tan importantes?”
Cuenta que cada ocasión en la que Belkis se dispone a cumplir esta responsabilidad es diferente, puesto que las tareas asignadas no son siempre las mismas. Entre algunas de ellas figuran el ser responsable de un grupo y aun así cumplir con las restantes encomiendas.
Pero al final de cada jornada, una llamada para el intercambio de experiencias, detalles del día y al terminar la conversación un “cuídate mucho, te quiero”.
Asegura que este es el tipo de situación que fortalece valores como el humanismo, lo que es positivo, incluso necesario en la formación personal y profesional y ella lo entiende. Pese a la incertidumbre de lo que pueda pasar en un descuido, Yuris Belkis Pérez Lorenzo es capaz de ver el bien mayor, de unir esas condiciones que van de velar por el bien de otros; de ser madre y también enfermera.
