Recientemente este 17 de mayo celebramos el Día Internacional contra la Homofibia, la Transfobia y la Bifobia; todas estas manifestaciones de las conductas humanas, por más que algunos traten de negarlas, ligadas a la violencia de género.
Pero la violencia de género va más allá; hace referencia a un tema que afecta las relaciones entre hombres y mujeres también, sin importar la edad, la raza, el nivel escolar y que se expresa de diversas formas, desde las conductas más evidentes, hasta aquellas menos visibles que pasan como ocultas, a fuerza de su reiteración y silencio.
El espacio compartido en familia, muchas veces, es escenario de violencia de género, por eso resulta interesante retomarlo ahora que estamos todos en casa. Por ello queremos compartir con ustedes este mensaje de ayuda psicosocial de Betty Hernández Becerra,Psicóloga, Especialista en temas de Género, Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible (CEPRODESO)
Violencia de género en tiempos de pandemia
Por MSc. Betty Hernández Becerra,Psicóloga, Especialista en temas de Género, Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible
Posiblemente si los invito a hacer una asociación alrededor de la frase “la COVID 19”, y les pido concretamente que me digan qué palabras le vienen a la mente cuando escuchan “la COVID 19”, aparecerán alusiones a pandemia, virus, cloro, muerte, cuarentena, miedo, y otras tantas, sin embargo, poco se asocia la frase con el tema de violencia de género.
Describir la variedad de tipos de violencia de género que existen puede ser engorroso para esta reflexión, pero si resulta necesario dejar claro que nos referimos a un tema que afecta las relaciones de hombres y mujeres, más allá de la edad, la raza, el nivel escolar y se expresa de diversas formas, abarcando desde las conductas más evidentes, hasta aquellas menos visibles que pasan como ocultas, a fuerza de su reiteración y silencio.
El espacio compartido en familia, muchas veces, es escenario de violencia de género, por eso resulta interesante retomarlo ahora que estamos TODOS EN CASA. Violencia tiene que ver con maltrato, con imponerse para someter a alguien. Para superar esta realidad o mantenerla lejos de nuestras dinámicas familiares, sería oportuna una reflexión personal, quizás frente al espejo o sobre la almohada, que nos permita reconocer si hemos violentado con nuestras acciones, palabras o silencios.
Se sobrecarga el ambiente familiar, coinciden múltiples generaciones, intereses y prioridades diversas, tensiones, preocupaciones, noticias y otras tantas realidades que ponen a todos, sin excepción, en una situación muy vulnerable ante la violencia que a veces se disfraza de lección educativa, se justifica y se hace eco de la culpabilización de otros, quienes parecen ser los responsables de nuestro descontrol emocional.
Continúan existiendo espacios, a pesar de la propuesta de asilamiento que hoy vivimos, para denunciar esta realidad pero también seguirá existiendo la posibilidad de dialogar, reconocer errores, apoyarse unos a otros y no adentrarnos en un clima de violencia circular donde todos seamos, en algún momento víctima y en otro victimario, al responder siempre a una herencia patriarcal que insiste en enfrentar a hombres y mujeres.
Existen muchos mitos que justifican la violencia de género, y todos ellos pueden acentuarse hoy frente a la problemática social que vivimos, no debemos conformarnos con ello, no es un derecho ejercer violencia, por el contrario es un deber, más allá de las tensas situaciones, las ansiedades y la incertidumbre, encontrar formas de convivencia diaria que permitan conservar, frente a la “COVID 19” la fuerza familiar basada en el amor, el respeto, la colaboración y la comunicación, en oposición a la fuerza, el chantaje, la manipulación, el desprecio, la devaluación, el silencio y la inevitable herida física y/o psicológica.