Por Edenia Abreu Hernández
El 60 aniversario de la creación del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), se celebra este año de una manera diferente debido a las complejas condiciones epidemiológicas de la provincia. Por ello, desde nuestra Casa de Altos Estudios, se le rinde homenaje a la entidad que ha llenado de orgullo al pueblo cubano a través de la socialización de la ciencia, la que ha logrado fortalecer el vínculo Universidad- Deporte en el territorio pinareño.
Desde la Facultad de Cultura Física “Nancy Uranga Romagoza” de la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” se aporta ciencia al deporte cubano al responder, desde programas de formación y superación, a las demandas tecnológicas de los atletas de la provincia.
Las cuatro aristas fundamentales de la formación del profesional de la Cultura Física, tanto del pregrado como del posgrado (deporte, educación física, recreación y cultura física) se reflejaron este año en uno de los aportes más significativos de la Facultad: la Primera Edición de la Maestría en Metodología del Entrenamiento Deportivo para la Alta Competición, perteneciente al Centro de Estudios del Entrenamiento Deportivo en el Alto Rendimiento (CEEDAR).
«El programa de maestría aportó significativos resultados al desarrollo científico tecnológico de los atletas de la provincia lo que, a su vez, mejora su rendimiento y resultados en el movimiento deportivo territorial y nacional. Los métodos aprendidos durante la superación permiten a los deportistas ser profesionales integrales, al incluir en sus experiencias los conocimientos tanto de la ciencia aplicada, como de la metodología de la investigación para solucionar problemas en el alto rendimiento, estableciendo nuevas estrategias de acuerdo con lo que necesitan los atletas en la actualidad y poder asimismo mantener y superar los resultados competitivos”, afirmó la Dr. C. Zelma Quetglues González, coordinadora de la Maestría.
“Ya 18 maestrantes pertenecientes a los diferentes deportes, han defendido satisfactoriamente sus tesis y se ha podido comprobar, a través de intercambios con directivos y egresados, cómo los profesionales han llevado los resultados de la ciencia y la técnica aprendidos, al terreno práctico donde se desempeñan”, agregó la Dr. C. Quetglues González.
Ciencia y práctica deportiva
Una de las atletas de alto rendimiento egresadas de la maestría es la Gran Maestra de Ajedrez Lisandra Ordaz Valdés, quien asegura que, en los tiempos actuales, el ajedrez se ha convertido en un deporte cada vez más exigente y competitivo; por lo que un entrenamiento bien organizado, es hoy la vía para mantener el rendimiento en el juego, aspecto esencial que le aportó cursar la Maestría en Metodología del Entrenamiento Deportivo para la Alta Competición.
«Me di a la tarea de integrarme en los estudios de la maestría que estaba ofreciendo la Facultad porque soy mi propia entrenadora y preciso renovar mis métodos sistemáticamente, de acuerdo con las necesidades a las que me enfrente. Luego de cursar las 24 asignaturas, entendí que muchas de las acciones de mi entrenamiento son perfectibles y, en ese sentido, la metodología me brindó herramientas para identificar fortalezas y debilidades en el juego, reconocer eso es la clave del éxito para un atleta”, puntualizó Ordaz Valdés.
El impacto que tiene actualmente la ciencia en el deporte es fundamental, sobre todo, por la nueva perspectiva de comunicación de resultados que brindan sus técnicas, lo que contribuye a mejorar el entrenamiento de los atletas. En ese sentido la joven maestra del ajedrez expresó:
«Muchas de las experiencias aprendidas con la investigación que realicé las apliqué en el último campeonato que felizmente gané. El método científico de preparación es bien importante para el atleta porque le muestra características del oponente imposibles de identificar solo con la práctica”.
Para Lisandra, la pandemia ha traído también aspectos positivos. El deporte que la apasiona ha tomado por estos tiempos un auge mayor, sobre todo a través de la vía online. Para ella, realizar una investigación en medio de una época compleja y de manera semipresencial, fue difícil, sobre todo, porque no dejó de lado su preparación deportiva, la participación en torneos y sus responsabilidades en la organización de eventos nacionales.
En palabras de Lisandra Ordaz, la Universidad de Pinar del Río, y en especial, la Facultad que la acogió durante sus años de estudio, tendrán siempre un lugar especial en su corazón.
«Me siento como una hija de la Facultad de Cultura Física. El apoyo que me brindó el colectivo de profesores y directivos durante mi carrera, la que desarrollé a la par de competencias naciones e internacionales, es algo que nunca olvidaré. Ser parte hoy, del primer grupo de maestrantes, me llena de alegrías”.
La ciencia en el béisbol pinareño
Desde el año 2012, el joven psicólogo Reinier Acosta Cruz fue seleccionado para ingresar en el Equipo de Béisbol de Pinar del Río. Allí ha desempeñado su profesión viviendo, junto a los atletas de la pelota pinareña, las victorias y sinsabores del popular deporte. Sin embargo, no se desvincula de los estudios de superación, lo que le hace sentirse mejor profesional en su campo de acción.
«Haberme insertado en el programa de maestría que ofrece la Facultad me mostró, desde la ciencia y la técnica, las tendencias actuales del entrenamiento deportivo y los elementos biológicos que inciden en la preparación de los atletas. Sin dudas, esa superación me convierte hoy en un mejor profesional, capaz de aportar nuevas experiencias al trabajo en equipo. La manera en la que uno se apropia del conocimiento y es capaz de llevarlo al terreno, nos hace más competitivos”, aseguró Acosta Cruz.
El elemento psicológico es determinante en el entrenamiento deportivo y en el rendimiento de los atletas. Por estos tiempos, y en medio de una pandemia, el trabajo emocional con los deportistas alcanza otro nivel. Mantener las motivaciones altas y lograr alcanzar nuevas metas son los principales retos que enfrentan hoy los atletas desde escenarios diferentes.
«Creo que actualmente la ciencia está mostrando nuevas maneras de ver el deporte. Escuchar, entender, ser creativo y cero esquemático se han vuelto la guía de mi trabajo en el equipo de pelota de Pinar del Río. Hoy el entrenamiento deportivo y la superación en los atletas tiene otra dimensión. Eso se lo debemos al gran trabajo que ha realizado el colectivo de profesores de la Universidad”, afirmó.
Llevar la ciencia al deporte, incorporar al trabajo común nuevas habilidades y aprender efectivas maneras de hacer segura la toma de decisiones, sin dudas abrirá nuevos caminos para el movimiento deportivo y los atletas de alto rendimiento de la provincia y el país.
