Por Elizabeth Colombé Frías
Pinar del Río. Hospital de Campaña de la Sede Rafael María de Mendive. Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca». Brayan Muñoz tiene 21 años. Cursa primero de Ingeniería Mecánica. Trabaja como voluntario hace 5 días y según dice las próximas jornadas » serán las más duras».
«Creo que lo más difícil es velar, constantemente, por esos detalles que valen mucho: el hipoclorito por aquí, el jabón por allá, la ropa correcta, la careta… a veces se hace tedioso el cambio de vestuario entre una función y otra. Y si son pocos en el equipo, toca a más trabajo por cada uno».
¿Es muy complicado?
Realmente no, es bastante simple, pero no deja de ser difícil por eso.Aunque no significa nada para cualquiera que pasó el servicio militar o haya estado becado alguna vez.
¿Y el trato con los pacientes?, supongo que a eso no estabas acostumbrado.
Los pacientes algunos pueden ser muy cordiales y eso también se agradece, incluso los amigos afuera del Centro de Aislamiento también pueden celebrar tu valor.
¿Y las personas allegadas a ti cómo recibieron que decidieras ser voluntario?
Siempre hay quien agradece y también los que no entienden por qué hacemos esto. Incluso algunos nos critican o nos juzgan por acudir a ayudar, pero uno sabe que lo que hacemos importa y nos hace crecer de algún modo.Quien no piense en ayudar a los demás, de alguna manera, no debiera de tener ganas de vivir o no debiera de disfrutar de mucho que vale la pena.
¿Repetirías está experiencia?
Siempre rodearte de personas que no conoces, tú ayudándolos y ellos ayudándote, crea algún nexo. Eso es algo que aprendí en la escuela y en el servicio se ve más.Todavía nos faltan dos días y creo que serán los más fuertes, pero si me lo piden o si hace falta, volvería. Y sería mucho mejor si es con el mismo equipo de trabajo.