Por: India Alejandra González Molina
La atención médica es primordial en cualquier situación, pero en tiempos excepcionales como los que se viven por la presencia de la Covid-19 en Cuba y el mundo, con las economías casi paralizadas, las actividades de importación y exportación reducidas, el seguir prestando este servicio básico constituye un reto.
Los doctores cubanos encuentran a diario las vías para sobrellevar y vencer muchas de estas dificultades, pero la titánica tarea no refiere solo a los que atienden a cientos de personas a diario en las salas de los hospitales e incluso en los centros de aislamiento, es válido también destacar la labor y entrega de los veterinarios, que igualmente no han dejado de prestar sus servicios en ningún momento de esta contienda.
La Clínica Veterinaria de Animales Afectivos en la ciudad Pinar del Río, es ejemplo del empeño puesto, pues pese al reajuste en la cantidad de personal, reducción de horas por cuestiones objetivas de bioseguridad, y las ausencias de medicamentos, utensilios quirúrgicos, materiales de cura, sus puertas no han cerrado.
Se resalta el apoyo que actualmente reciben de dos estudiantes de la especialidad que con sus conocimientos asisten a veces hasta tres ocasiones por semana a ayudar en lo que sea necesario, principalmente procedimientos de salón, lo que constituye una oportunidad para su formación.
Así lo asegura el Doctor Jesús Idalberto Gómez Pérez, quien ocupa la responsabilidad de Director Administrativo y además es uno de los dos galenos que se ha mantenido en su puesto, pese a las adversidades.
Afirma que existen planes y se está en proceso de comenzar la construcción de un espacio para trasladar la Clínica, pero que por la misma situación que se vive las acciones sufrieron retrasos.
Este nuevo local contará con espacios para ingresos, más de un salón de cirugía, un establecimiento en el que se puedan vender a la población medicamentos, utensilios y todo tipo de materiales que los dueños preocupados por sus mascotas pudieran necesitar.
Además un salón de belleza, que no necesariamente refiera a la estética de los animales, sino que en él se pueda dar tratamiento a patologías que para su cura requieran de baños, cortes de pelo, u otras atenciones en ese orden.
Un tema obligado de estos tiempos lo constituye el Decreto Ley de Bienestar Animal por las implicaciones que tiene en el orden social y para la medicina veterinaria, al respecto Gómez Pérez asegura que queda mucho por hacer, pues el texto en si no es suficiente, y agradece a las personas que sensibilizados con el tema aúnan esfuerzos para los rescates en la calle, la búsqueda de familias responsables y demás gestiones que tributan a mejorar la vida de estos seres.
El Día Mundial del Medio Ambiente es solo la justificación para celebrar o resaltar cuestiones que deben tratarse de manera diaria con el cariño y la entrega que lo han hecho durante este difícil período los hombres y mujeres que llegan cada día hasta la clínica con la noble misión de salvar una vida, pues no importa la forma que tengan o la denominación que la biología les haya conferido la posibilidad de sentir ya les da derecho al cuidado y el respeto, la tarea de todo médico es curar.
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