Por MSc. Luis Pérez González, Miembro de la UNEAC
Los que me conocen bien saben que siempre he considerado que no tiene la universidad pinareña mejor plataforma política e ideológica que el pensamiento de los dos hermanos que llevan su nombre: desde luego que me refiero a Luis y Sergio Saíz Montes de Oca. Por eso en coyunturas como la de estos días sus dos cuerpos que en el minuto final de sus vidas parecía que yacían dormidos sobre el pavimento se levantan para enarbolar como bandera un ideario que nos sigue asombrando por su proyección de futuro y vigencia.
Hice un rápido inventario de fragmentos extraídos de su prosa y su poesía para ilustrarlo:
“Ser joven hoy en día, lo sabemos bien, es algo más que tener de quince años en adelante; es, ante todo, estar ocupando el puesto en la lucha por la libertad; es vivir consciente del deber generacional; es estar dispuesto a empuñar rifle y razón en aras de la revolución necesaria.”
“Las universidades no podrán ser fábricas de títulos, ya que atendiendo al hondo historial de rebeldía que tiene el alumnado universitario de Cuba, hacer de los templos máximos de la cultura cuerpos fríos y aislados, ajenos a toda la palpitación social y con sabor a pueblo, sería traicionar los huesos sagrados de todos los héroes universitarios, desde los ocho estudiantes de 1871 hasta los más recientes como José Antonio Echeverría… y toda la hornada valiosa que ha cobijado las ideas revolucionarias en el Alma Máter…”
“No queremos universidades que pertenezcan a capillas ni clases exclusivas; queremos centros de cultura y de conciencia donde se incremente el saber y donde se realcen los más puros valores éticos del individuo, formando una fuerte conciencia de ciudadanía, y ayudando de ese modo a la revolución socialista que ha de salvar a nuestra patria para un destino mejor.”
Decía José Martí -siempre su voz como guía, ya que es la labor revolucionaria de su vida la que inspira y sirve de bandera a nuestra generación- que “la universidad europea o extranjera ha de ceder a la universidad americana”, ya que ha de ser con los fermentos propios de una nación, con sus caracteres y sus defectos que….
“Hoy, como lo fue ayer y lo será mañana, ser universitario es tener contraído un doble compromiso: con Cuba y con la universidad. Con Cuba que es y será por siempre lo primero en el pensamiento de nuestra generación, y con la universidad -luz más alta en la noche- por su historia de rebeldías y su actual afán de combate. Y todo el que ultraje a una, ultrajará a la otra.”
“Ningún momento mejor para dejar fijado muy claro el pensamiento que nos lleva a la lucha, que este, cuando la hora de llevar a hechos las palabras suena cerca.”
“La abstención política es un crimen o una imbecilidad.”
“La juventud de hoy tiene perfil propio.”
“Ser estudiante no es solo repetir en un examen materias…ni asistir todos los días a clases… Hay mucho de comercial en el estudiante solo preocupado por la obtención de su título…Ser estudiante es algo más que eso, es llevar en su frente joven las preocupaciones del presente y el futuro de su país; es sentirse vejado cuando se veja al más humilde…es sentir muy dentro un latir de patria, es cargar bien pronto con las responsabilidades de un futuro más justo y digno, es guiar al ciego y llevarlo al porvenir…”
“Pero todo lo ha valido
este hoy distinto que engarrota los músculos
y desata la fe en nuestra tierra”
“Para que nadie lo dude,
¡en Cuba hay Revolución!”
Estaremos de acuerdo en la reflexión final que me atrevo a expresar: lástima que no se emplee suficientemente todo este potencial en nuestras aulas y otros escenarios formativos.
¡Hagámoslo a partir de ahora!