Por Edenia Abreu Hernández
Hasta hace muy poco me preguntaba que hacía un abogado en una Universidad y en cuanto supe definitivamente quedé sorprendida.
«Mi trabajo consiste básicamente en asesorar al Rector, a los cuadros, funcionarios, trabajadores y además a los estudiantes, en los asuntos legales que se me pongan a consideración. A su vez, asesorar a los órganos colegiados y consultivos de dirección, cumplir y controlar que se cumplan las disposiciones legales vigentes, representar a la entidad en los procesos que así lo requieran, incluyendo los procesos judiciales, redactar instrumentos jurídicos de cualquier naturaleza, contribuir a la divulgación de la legislación vigente, controlar toda la documentación legal de la entidad y otras funciones expresamente recogidas en el Decreto Ley 349 «Del Asesoramiento Jurídico» del 2017″, así de sencillo describió su encargo Norisbel Zamora Montesino, Jefa del Grupo de Asesoría Jurídica en la Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca» y quien está próxima a cumplir 12 años de trabajo ininterrumpido en nuestra institución.
Recién graduada de Licenciatura en Derecho en nuestra Casa de Altos Estudios, Nori, como la conocen sus más allegados, continuó su vida profesional en la universidad vueltabajera como Asesora Jurídica, lidiando con intensas jornadas de trabajo. Al respecto de su quehacer diario comentó:
«Cada día llego a la oficina con una planificación que no siempre puedo cumplir porque surgen tareas que se van intercalando en las prioridades del día y que terminan alterando mi plan individual. Desde que reviso el correo electrónico en la mañana ya se van incorporando tareas que intento resolver porque todas tienen un impacto específico para el área que la solicitó. Atiendo muchas personas diariamente, de manera personal, vía telefónica e incluso hasta por las redes sociales, modalidad que se ha ido incorporando últimamente para recibir consultas».
«Son días muy dinámicos, a veces te das cuenta que has trabajado con 3 o 4 procesos al mismo tiempo en una mañana (lo cual no es recomendable porque puede atentar contra la calidad del trabajo) y eso ha implicado un esfuerzo adicional. En muchas ocasiones cuando tomo un respiro y miro el reloj me percato de que son alrededor de las 2 pm y que aún no he almorzado»
Pero aún así la veo hablar con amor de su trabajo y entregada cada día a la profesión que ella misma asegura, le aporta muchas satisfacciones.
«Es muy gratificante cuando puedes orientar y asesorar correctamente a alguna persona y cuando un proceso transcurre teniendo en cuenta todos los requerimientos legales. Representa mucho para mí que las personas salgan de la oficina satisfechos por el trato y por la calidad del servicio que ofrecemos. Disfruto mi trabajo y en verdad aprecio mucho al equipo al que pertenezco».
Luego de más de diez años en una Universidad que cada día se reinventa para lograr la Excelencia, muchas son las vivencias profesionales que la hacen recordar momentos de gloria pero también etapas muy difíciles que han formado a la Norisbel que conocemos hoy.
«He vivido procesos importantes dentro de la Universidad y de todos ellos hay anécdotas que recuerdo con mucho cariño, pero sin dudas el que más me aportó en lo profesional fue el proceso de integración de la Educación Superior en la provincia. Fue un proceso novedoso, revolucionario y muy complejo en todos los sentidos. Nacía una nueva Universidad y eso conllevaba que cada paso que se diera en su constitución tuviera un basamento jurídico, no había una decisión que se tomara que no tuviera un sustento legal. Fue una etapa de transformación en la que estuve presente a cada instante aportando mis conocimientos legales. Requirió de mí mucho sacrificio, estudio y autopreparación, pero lo importante es que hoy podemos decir que fue una integración exitosa».
«También he tenido experiencias muy bonitas. En una ocasión una estudiante nuestra instaba por reingresar a la UPR y por causas ajenas a su voluntad había perdido un curso académico. Se personó en nuestra oficina, acompañada de sus padres, y ahí buscamos una alternativa desde el punto de vista legal, por supuesto acompañados por la Facultad, y la estudiante se pudo incorporar a los estudios, ya se graduó, y cuando nos encontramos en cualquier lugar de la ciudad me trasmite siempre muestras de cariño y agradecimiento. Esos son momentos especiales que una nunca olvida».
Aunque el tiempo ha pasado y ha dejado huella, Norisbel aún conserva ese ímpetu de juventud que la impulsa a replantearse cada día nuevas maneras de ejercer y superarse. Metas por cumplir asegura, le quedan muchas, de ellas, la más próxima y que ocupa su foco de superación, es la Cuarta Edición de la Maestría en Desarrollo Social, con la que aspira luego de su culminación exitosa, perfeccionar la labor que desempeña en nuestra casa grande.
En el marco de las celebraciones por el Día del Jurista, no olvida felicitar a todos los trabajadores del sector y en especial a las también Asesoras Jurídicas, Karen y Alicia a quienes además, agradece por ser parte de su grupo de trabajo.