Por el Historiador, José Madera Medina
EN EL DÍA INTERNACIONAL DEL PERIODISTA, este 8 de septiembre, en el 80 aniversario del asesinato del periodista checoslovaco Julius Fucik, con este escrito intento rendir homenaje al insigne periodista, a los periodistas cubanos, y a todos los verdaderos periodistas del mundo.
El Día Internacional del Periodista se instituyó oficialmente acordado en 1958 por el IV Congreso de la Organización Internacional de Periodistas (OIP) en homenaje y tributo al destacado periodista checoslovaco Julius Fucik, asesinado por la reacción fascista el 8 de septiembre de 1943, fascismo al cual él había caracterizado y denunciado por sus inhumanas y racistas concepciones y por su sanguinaria actuación, denuncias que alcanzó superior altura con su obra, “Reportaje al pie del patíbulo”.
De forma breve, pero sentida, me acerco la vida revolucionaria del inolvidable periodista:
Julius Fucik (Praga, 23 de enero de 1903 – Berlín, 08 de septiembre de 1943), nació en el seno de una familia obrera. Estudió filosofía en le Universidad de Pilsen. En 1921 ingresó en el Partido Comunista y por esas mismas fechas se inició como crítico literario y teatral.
Luego fue redactor de las publicaciones comunistas Rude Pravo y Tvorba en las que insertó reportajes sobre temas sociales y culturales.
A comienzos de los años treinta realizó varios viajes a la Unión Soviética. Fruto de esos viajes es su obra documental En la tierra donde el mañana ya es ayer.
Cuando el ejército hitleriano ocupó Checoslovaquia continuó publicando con seudónimo, recuperando las figuras clave de la cultura progresista checoslovaca.
En febrero de 1941 pasó a ser miembro del Comité Central del Partido Comunista en la clandestinidad, encargándose de las publicaciones ilegales. En abril de 1942 fue detenido por la Gestapo, trasladado a Berlín en el verano del siguiente año y ejecutado poco después.
Su “Reportaje al pie del patíbulo” fue sacado hoja por hoja de la cárcel y publicado en 1945, adquiriendo resonancia internacional, traduciéndose a ochenta idiomas.
De él y en su homenaje y con ello todos los periodistas sinceros y verdaderos tomo unas célebres ,valientes y morales palabras expresadas en su gran obra “Reportaje al pie del patíbulo”, también conocida y publicada en Cuba como “Reportaje al pie de la horca”, escrita en las más difíciles condiciones de la prisión fascista alemana en la Checoslovaquia ocupada y publicadas póstumamente, De ellas solo tomo estos impresionantes iluminadores textos ,no solo para el ayer, sino para el hoy para el hoy y el futuro del periodismo y la comunicación social, y para la humanidad ante los mortales peligros que la amenazan por el resurgimiento de corrientes fascistas, racistas y homofóbicas .
Fragmento de su trascendental obra como periodista, “Reportaje al pie del patíbulo”
Ante la triste dura y esperada muerte, Julius escribió, cual epitafio contra ella y por la vida:
“Has tardado mucho en llegar, muerte. Y pese a todo, yo tenía la esperanza de conocerte más tarde, de aquí a muchos años. Había esperado poder vivir aún la vida de un hombre libre, poder trabajar mucho, y amar mucho y cantar y recorrer el mundo. Justamente estaba en mi madurez y todavía tenía muchas fuerzas. Ya no las tengo, se están extinguiendo en mí. Amaba la vida por su belleza, y he ido al campo de batalla. Os he querido, hombres, y era feliz cuando sentíais mi amor, y sufría cuando no me comprendíais. Aquél a quien hice daño que me perdone, y al que consolé que me olvide. Que la tristeza no sea unida nunca a mi nombre. Este es mi testamento para ustedes, padre, madre y hermanas; para ti, mi Gusta, y para ustedes, camaradas, para todos aquellos que he querido. Si creen que las lágrimas borrarán el triste torbellino de la pena, lloren un momento. Pero no se lamenten. He vivido por la alegría, y por la alegría muero, y sería un agravio poner sobre mi tumba el ángel de la tristeza”.
¡Qué singular parecido de este último texto seleccionado de la trascendental obra de Fucik “Reportaje al pie del patíbulo” escrito por Fucik en 1943! con el expresado por Fidel Castro expuesto en el alegato de autodefensa por el juicio del Moncada en 1953, diez años después donde expresó:
“En cuanto a mí, sé que la cárcel será dura como no lo ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento, pero no la temo, como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a setenta hermanos míos. Condenadme, no importa, la historia me absolverá”.
¡Felicidades periodistas y comunicadores!, valientes defensores a pecho abierto de la verdad y de la necesaria lucha por ella, enfrentando las mentiras que se esgrimen contra Cuba, defendiendo de las verdades que se deben conocer de la situación de Cuba y de todo el mundo, así como de los factores que ponen en alto peligro la paz mundial.
