El Día Mundial del Agua se propuso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo efectuada en Río de Janeiro, Brasil del 3 al 14 de junio de 1992. El Día Mundial del Agua se celebra el 22 de marzo de cada año y su principal objetivo, es crear conciencia en el ser humano de la importancia de cuidar el llamado oro líquido para la vida de los seres humanos y las especies en la Tierra
A propósito del Día Internacional del Agua es importante recordar que es un componente de nuestra naturaleza, que ocupa las tres cuartas partes de la superficie del planeta, la encontramos de forma natural en los mares, ríos, lagos y océanos, llega a la tierra desde las nubes, producto de un ciclo hidrológico, además es un elemento que existe de manera natural en estado líquido, sólido y en forma gaseosa. Más del 80 % de la superficie terrestre está cubierta de agua, como un líquido relativamente puro en lagos y ríos, como disolución salina diluida en los océanos y en los mares, y en forma de sólido casi puro en campos nevados, glaciares y en los casquetes polares.
Sin el agua no podría existir la vida, los seres humanos estamos constituidos en un 75% de agua y forma parte de nuestra sangre, saliva, jugos gástricos, lágrimas, músculos, huesos y cerebro.
A pesar de esos datos, el agua es un recurso limitado, todo lo contrario de lo que piensan muchas personas; es un derecho fundamental para la preservación de la vida en todas sus formas. es un recurso que se agota por el crecimiento de la población y el cambio climático. Los recursos de agua dulce disponibles por persona han disminuido en más de un 20% en las últimas dos décadas debido al crecimiento de la población y el desarrollo económico, situación que se agrava en los tiempos actuales debido al cambio climático.
El Cambio Climático es hoy una realidad que nos afecta a todos, y los principales problemas ambientales del cambio climático relacionados con el agua son: las sequías prolongadas, contaminación de las aguas, y el agotamiento del agua potable. El agua está estrechamente vinculada al cambio climático. Si controlamos los recursos hídricos, seremos capaces de reducir los gases de efecto invernadero. Es importante buscar soluciones sostenibles para el acceso al agua potable y al saneamiento. Y todos nosotros tenemos un papel en esta lucha, porque pequeñas acciones por nuestra parte se traducen en grandes cambios.
Cuba dispone de un Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático en la República de Cuba, Tarea Vida, lo que posee especial valor dado la condición insular de este archipiélago caribeño. En ese el Plan del Estado Cubano se inserta varias tareas relacionadas con el recurso agua en especial la tarea 4 que señala asegurar el uso eficiente del agua como parte del enfrentamiento a la sequía y la Tarea 10 que se relaciona con la prioridad de medidas y acciones para elevar la percepción del riesgo y aumentar el nivel de conocimiento y el grado de participación de toda la población en el enfrentamiento al cambio climático y unido a una cultura que fomente el ahorro del agua.
Todos estos argumentos confirman que es de vital importancia contribuir al desarrollo de una cultura que permita crear de manera consciente, intencionada y natural la adopción de actitudes responsables y respetuosas con el manejo del recurso agua, por el bien del planeta y de la vida.
