Por Edenia Abreu Hernández
Felizmente, por varios días consecutivos, las noticias sobre la situación epidemiológica en Cuba sobre la pandemia provocada por el nuevo coronavirus son alentadoras. La diminución de casos positivos a la Covid-19 y la aparente contención de la enfermedad en el país son motivos de alegría entre los ciudadanos, que cada día, siguen los partes de nuestro ya casi familiar Dr. Durán.
El seguimiento de todos a la archiconocida curva epidemiológica y el alcance del pico en la Isla ha sido una constante en los últimos tiempos. Las medidas de distanciamiento físico, el cuidado de la higiene personal y el uso del nasobuco se mantienen como principales armas contra ese diminuto enemigo que es el SARVS-Cov2.
Sin embargo, las acciones de las autoridades cubanas y de Pinar del Río no recesan ante las buenas nuevas. Aun cuando es visible que por estos días un buen número de personas ya han comenzado a confiarse, debido a la ausencia de nuevos casos en la más occidental de las provincias y el férreo control establecido por el Consejo de Defensa Provincial del territorio en los lugares donde se detectaron eventos de transmisión local.
En las últimas semanas, en las arterias principales de nuestra ciudad se puede observar más aglomeración de personas que al inicio del establecimiento de las medidas contra la enfermedad. Cada vez más, crecen las colas en los comercios y vemos a los ancianos como protagonistas de ellas. ¿Será que ahora son los más jóvenes los de mayor riesgo porque según los partes del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) el número de contagios ha aumentado entre la población de edades comprendidas entre los 20 y 40 años?
Ya muchos vecinos se visitan para conversar y los nasobucos son utilizados como una prenda más de nuestro vestir, devenido a veces en collar; otras, como accesorio para el cabello; y unas pocas, como arete.
Pero lo cierto es que aun nuestros profesionales de la salud alertan sobre la enfermedad, comentan sobre la durabilidad en el tiempo del SARVS-Cov2 y siguen en busca de posibles casos positivos y asintomáticos en la población con la implementación de nuevos estudios de pesquisaje.
¡Atención! El coronavirus sigue siendo una pandemia, muy contagioso y de riesgo para la vida humana. Sigue siendo motivo de desvelo de incansables investigadores en busca de una, o varias respuestas, efectivas que salven a la humanidad y logren contener la enfermedad. Sigue siendo el enemigo de perseverantes profesionales de la salud, quienes tratan cada día de arrebatarle una víctima mortal a la Covid-19.
Cubanos y cubanas no nos durmamos en los laureles, como dice el refrán popular. Mantengamos la distancia física y usemos correctamente los nasobucos para continuar cada noche aplaudiendo felices por la disminución de los casos positivos, del número de fallecidos y de pacientes críticos y graves.
No echemos por tierra el esfuerzo de esos trabajadores a los que les damos las gracias por mantener con vida la economía y la salud del país; el esfuerzo que muchos de nosotros, incluso niños, hemos hecho quedándonos en casa.
Recuerden que en la confianza está el peligro. Quédate en casa y mantén la distancia. Sigue ayudando a bajar la curva de contagios, tú puedes hacerlo. No permitamos que el nuevo coronavirus gane la batalla.
