El Día del Niño o Día de la Infancia, como también se conoce, es una celebración anual dedicada a la comprensión de la infancia cada 1 de junio. Cercano a la fecha y durante la misma, se potencian esencialmente aquellas actividades que promueven el bienestar y los derechos de los niños del mundo.
Uno de estos derechos es recibir una educación que favorezca su cultura general y le permita desarrollar aptitudes que lo guíen a ser un miembro útil en la sociedad.
Es por ello que desde la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” se fomenta el derecho a la educación que tienen los niños y se trabaja por mejorar cada día la calidad de este proceso.
Algunos de los protagonistas en la formación de los niños del territorio son los educandos del Departamento de Educación Preescolar de la Facultad de Educación Infantil, el cual cuenta con 5 proyectos de investigación dedicados a potenciar el desarrollo de los infantes durante su primera etapa de vida.
De esta manera, dichos profesores trabajan temas sobre estrategias educativas para la integración de los niños, la formación de bibliotecas comunitarias, la superación del personal docente y el uso adecuado de los medios audiovisuales para los más chicos de las familias.
En tiempos de coronavirus
Desde el aislamiento físico, los profesores de este departamento han trabajado en la publicación de varios artículos educativos, con el propósito de contribuir al bienestar de los niños en casa durante estos difíciles tiempos de confinamiento.
Mediante los textos se aconseja a los adultos la participación de los pequeños de casa en algunos quehaceres domésticos, teniendo en cuenta su edad, logrando así una nueva forma de enseñanza que, a su vez, es una vía efectiva de esparcimiento al mismo tiempo que se cumplen con las medidas restrictivas establecidas.
También han abordado el tema de los correctos hábitos de sueño y alimentación en los infantes en estos tiempos donde las actividades del día suelen cambiar y a través de varias vías, los docentes ofrecen recomendaciones para mantener en los niños los horarios habituales de su vida cotidiana fuera de casa.
“Por estos tiempos, uno de los temas de recurrente preocupación en las familias es la convivencia de varias generaciones en casa, por lo que los docentes nos hemos dado a la tarea de informar acerca de la importancia de prestarle una correcta atención a los niños, partiendo por mantener conversaciones regulares con ellos y buscando objetos del hogar que puedan servir como material de enseñanza y para realizar actividades de recreación. Así los niños puedan ser creativos, en la medida que aprecian también la utilidad de aquellos objetos comunes en el hogar”, expresó la Dr. C. Maydel Angueira, jefa del Departamento de Educación Preescolar de la UPR.
Después que todo pase…
Para este año, y en cuanto la situación epidemiológica lo permita, se prevé la presentación de dos tesis de doctorado: una, parte del proyecto de medios audiovisuales para niños; otra, producto del proyecto de biblioteca comunitaria.
Estas investigaciones ofrecen aportes teóricos que se aplican en la educación de los niños en los diferentes centros del territorio.
Los profesores de dicho departamento también colaboran de manera conjunta en la preparación y asesoramiento de estudiantes de nivel medio de la Escuela Formadora de Maestros “Tania la Guerrillera”.
De esta manera, una vez que los estudiantes ingresen en el nivel superior ya tengan previa preparación y puedan, de manera directa y eficiente, contribuir a la formación y educación de los niños de la primera infancia en la provincia.
Confinados en casa, los docentes de la carrera Educación Preescolar se enfocan además en atender un reclamo de los educadores del territorio: la elaboración y diseño de un programa de Maestría en Educación Preescolar, que llevará el nombre de “Pedagogía ludo creativa para la primera infancia”. Esto contribuirá a la superación de los docentes del territorio, lo cual, a su vez, se verá reflejado en la calidad de la educación que recibirán los niños pinareños.
Aunque de una manera diferente, este año siguen sobrando motivos para celebrar las garantías con que cuentan los infantes de Pinar del Río y de toda Cuba. En esta ocasión, desde la ciencia y labor diaria, a pesar del distanciamiento físico, que ofrecen profesionales de la UPR.