Tal vez muchos cubanos creyeron que todos sus sueños se habían desmoronado, cuando el 11 de marzo se anunciaron los primeros casos de Covid-19 en territorio nacional.
Otros, vieron sus vidas pausarse a partir del 23 de marzo, cuando el distanciamiento físico fue la principal medida adoptada por el Gobierno de la Isla para salvaguardar las vidas de los cubanos, porque con ella se vio interrumpida la docencia presencial en todos los niveles educacionales y el cierre de establecimientos útiles para la socialización humana.
Sin embargo, varios estudiantes de la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” han demostrado en contadas ocasiones y por los más disímiles medios que no fue así.
Tal es el caso de Jorge Rodríguez Betancourt, estudiante de 5to año de Ingeniería Geológica en nuestra Casa de Altos Estudios. Para él esta ha sido una oportunidad para dedicarle más tiempo a la poesía, pues siempre ha sido una de sus grandes pasiones.
Como resultado de ello, decidió optar por el Premio de Poesía de la Revista Zéjel, la cual es una importante publicación de arte, literatura y pensamiento.
Cada año abre la recepción de poemas para su próximo número. La edición del 2020 será monográfica sobre Cuba y verá la luz a finales del año.
Aquí les dejamos los poemas seleccionados por el estudiante para participar en el certamen.
Poema 1: Un caimán con guayabera
Soy arena, manantial,
sol caribeño y montaña.
Visto de arado, de caña
que no teme al mayoral.
Palma firme, sin igual,
erguida como el Turquino.
Soy machete campesino,
guardarraya y litoral.
Soy un niño que retoza,
que anuda su pañoleta,
que lleva lápiz, libreta
y a la maestra una rosa.
Soy Flor de la Mariposa,
entre la sierra y el llano.
Tocororo soberano
que en la manigua reposa.
Soy el Toa desbordado,
caudal de historia y de vida,
de dominó una partida
y basebool enamorado.
Soy agosto acalorado
y veintiocho de enero.
Vivo en el verso sincero
del Martí que me he tatuado.
Soy repentismo y danzón,
el mambo y el chachachá.
Soy ternura de mamá,
caldosa, coco y lechón.
Hecho de tabaco y ron,
de congrí, yuca y café,
la voz de Benny Moré,
casino, bolero y son.
Soy de la sangre mambisa,
el yate de verde olivo.
Soy el suelo en el que vivo,
el campo libre, la brisa.
Soy la lágrima, la risa,
nuevos tiempos, horizonte,
y la bravía del monte
que recuerdos acaricia.
Y si busco en una esfera,
soy un punto, nada más.
Mas soy gigante de paz
que no le teme a la fiera.
Soy mi cielo, mi bandera,
el grito de Patria o Muerte.
Y soy, de América inerte,
un caimán con guayabera.
Poema 2: Deseo guajiro
Yuca con mojo y congrí,
yuca con mojo y lechón.
Yuca con mojo…que antojo
tiene mi corazón.
Antojo de mi comida
hecha en campo, con leña.
Antojo de la escogida,
de la vega pinareña.
Antojo de mi sombrero,
de mi sombrero de guano,
de mi café bien temprano
y de un abrazo sincero.
Antojo de mi bohío,
de guateque campesino,
del lindero y el camino
que me lleva al lomerío.
Antojo de la guataca
que besa la tierra mía,
de mi taburete y la hamaca
que tengo en la serranía.
Antojo de mi bandera,
de mi Patria y de mi historia.
Esa mi luz, mi trinchera
en esta Cuba de gloria.
Poema 3: Cuba
Como faro en el Caribe
y esperanza luminosa,
libre mi alma vive
y vuela cual mariposa.
Mi alma que es tricolor
azul cielo, paz y sangre,
que ya no entiende de hambre
y es enero triunfador.
Soy de Pinar a Maisí
frondosa como el laurel,
suave como el clavel
y fuerte como el jiquí.
Puerto seguro en la mar,
Sol ardiente en mi tierra,
el sudor de trabajar
y la magia de la sierra.
Te doy mi arena, mi río
el guano de mi sombrero,
la guayabera, el bohío
mi Santiago y Varadero.
Tengo una estrella: Guevara
en mi presente y destino,
su ímpetu, su camino
que me lleva a Santa Clara.
Tengo los tinajones,
el Camagüey del Mayor
y en Manzanillo a la flor:
Celia de corazones.
Soy aborigen e hispana,
tengo de negro y yoruba.
A mí me pusieron Cuba
y me apellidan La Habana.
