Entrevista a Dayesi González Ramos, estudiante segundo año de Derecho de la Universidad de Pinar del Río, quien laboró como voluntaria en el Hospital de Campaña contra la Covid-19 “Hermanos Saíz”
Por Edenia Abreu Hernández
Foto: cortesía de la entrevistada
A la simpática Dayesi la conozco desde hace algún tiempo cuando coincidimos en una noche de teatro con un grupo de amigos. Luego supe que había comenzado como estudiante de la carrera Licenciatura en Derecho en la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” y, para mi sorpresa, la encontré recientemente como voluntaria en la Zona Roja del Hospital de Campaña de la Sede Hermanos Saíz.
Y es que, para Dayesi González Ramos cada experiencia es un aprendizaje de vida que muestra que no hay imposibles cuando existen ambiciones. Es por ello que, ante el llamado de los cuadros de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, no dudó en implicarse en las tareas de enfrentamiento a la Covid-19.
“Estar allí es una experiencia diferente, las emociones se tornan más intensas y es entonces cuando, estando tan cerca de la pandemia, te replanteas la vida desde otra visión, comprendiendo que es momento de crecer y asumir nuevas responsabilidades con la vida”.
Con añoranza la joven estudiante de segundo año recuerda jocosos momentos en los que, algunos pacientes, la llamaban “seño”; otros la aclamaban como “profe” y es que, como todos llevaban el mismo equipo de protección, en ocasiones las personas no podían reconocer quien era realmente.
“Las relaciones de familiaridad que se lograron en el equipo de trabajo y con los pacientes fueron espectaculares. Como yo era la única mujer, separaron un cuarto para mi sola; todos me ayudaban y estaban pendientes de mí, me cuidaban y me mimaban; eso no lo olvidaré jamás”.
Desde otra visión, asumida después de convivir durante más de diez días en un centro en aislamiento, la futura abogada reconoce la importancia de que las personas se impliquen, con seriedad, en ayudar siempre que se requiera.
“Pienso que, si no existieran personas como nosotros, decididas a dar el paso al frente cuando se necesita, la provincia nunca saldría del rebrote, porque, verdaderamente, todo lo que se hace por las personas ingresadas, ya sean enfermos, sospechosos o contactos de casos positivos, es mucho para ser asumido solamente por los trabajadores de la Salud”.
Entre las experiencias vividas por Dayesi en el hospital de campaña, la alegre joven recuerda con especial cariño el trabajo realizado con los niños para tratar de recrearles un mundo encantador y hacerles olvidar, por momentos, que se encontraban ingresados a causa de una pandemia.
“Entre los pacientes había niños de varias edades, pero en especial recuerdo a dos hermanas que estuvieron de cumpleaños allí, una de ellas, cumplió sus 15 años, que para las muchachas es una edad especial. Gracias a las gestiones del gobierno y los cuadros de la UPR, se le garantizó para ese día un cake y todos le cantamos las felicidades, deseándole lo mejor, sobre todo, un resultado negativo a su PCR. No puedo explicar con palabras la sorpresa y alegría que se veían reflejadas en el rostro de esa adolescente por vivir momentos así en primera fila, reconozco que valió la pena cada instante”.