Entrevista al doctor en Ciencias Luis Gustavo Marín Cuba, profesor investigador y miembro del Centro de Estudios de Dirección, Desarrollo Local, Turismo y Cooperativismo, quien apoyó en el Hospital de Campaña de la Sede Hermanos Saíz de la Universidad de Pinar del Río
Por Edenia Abreu Hernández
61 años de vida, 40 de graduado y 39 de trabajo en la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” llenan de experiencias al Dr. C Luis Gustavo Marín Cuba, quien jamás imaginó que, en medio de una pandemia y luego de tantos años de servicio, llegaría a vivir junto a sus compañeros de trabajo, la experiencia más difícil y enriquecedora de su vida.
Largas y agotadoras jornadas en la Zona Roja del Hospital de Campaña de la Sede Hermanos Saíz de nuestra Casa de Altos Estudios fueron, durante diez días, el foco de atención del profesor fundador del Centro de Estudios de Dirección, Desarrollo Local, Turismo y Cooperativismo (CE-GESTA).
Ante la convocatoria del Partido y la dirección de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, el conocido profesor accedió a arriesgarse, a pesar de encontrarse dentro del grupo vulnerable, para ayudar en el momento epidemiológico más complejo que ha atravesado Pinar del Río.
“Desde dentro uno hace reflexiones diferentes, es más difícil el trabajo psicológico que se realiza allí, que el apoyo con la higienización u otra actividad. Atender a personas en situación de enfermedad es una cuestión, ante todo, de llevarles esperanza”.
Al recordar las experiencias vividas, Marín recuerda con especial afecto el apoyo de sus compañeros en el trabajo de equipo, aspecto primordial en un centro de aislamiento, pero, ese momento en que la gente llama para agradecer por lo que se ha hecho y cuando aplauden como si no hubiera un mañana, ahí, reconoce el veterano del grupo, se siente realmente lo que se vive desde el otro lado de la cinta roja.
“Todos los del equipo éramos doctores, pero Doctores en Ciencia. Eso llamó mucho la atención, porque también atendíamos al personal de salud que trabaja en el centro y ellos, reconocían el esfuerzo al saber que nuestro trabajo cotidiano y a pesar de tener la categoría de doctores, nada tiene que ver con la atención a pacientes; y mucho menos en una pandemia donde lo esencial es quedarse en casa”.
Según afirma el orgulloso voluntario, es bueno en determinados momentos ponerse en el rol de otros y comprender como se ve la vida desde otro ángulo. Por ello, sabiendo que se necesitarán refuerzos, pues los expertos indican que los números de contagios seguirán subiendo en los próximos días, exhorta a la comunidad universitaria a implicarse en la noble labor.
“El trabajo desde la Zona Roja sin dudas, enaltece y te vuelve mejor persona. Pasar por allí es una experiencia hermosa que debe ser vivida por todos”.