Bienvenidos al nuevo sitio de noticias de la Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca»
Covid-19 UPR

Crónica de un Aislamiento ACOMPAÑADO…

Escrito por dcom

Por Guillermo Castillo González (tomado de su perfil de Facebook)

Recientemente mi familia fue tocada de cerca por la actual pandemia, al resultar todos ser contactos de 2 casos positivos a la #COVID-19.

Según los protocolos establecidos por el Sistema de Salud en Cuba, inmediatamente fuimos visitados en nuestra casa por funcionarios del Sistema de Atención Primaria de Salud (Médico de Familia) e Higiene y Epidemiologia, quienes nos comunicaron que debíamos ir a un centro de aislamiento para personas sospechosas de tener el virus del SARS-CoV-2.

En ese sitio se nos haría una prueba de #PCR que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) son las siglas que en inglés significan Reacción en Cadena de la Polimerasa y es un examen que a partir de una muestra biológica permite detectar el virus. Además esto facilitaría nuestra incomunicación, para en caso de ser positivos interrumpir así inmediatamente la cadena de contagios.

El Centro de Aislamiento al que nos condujeron resultó ser un edificio de la Residencia Estudiantil de una de las sedes de la Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca», justamente en el mismo piso y a escasos metros de la Oficina del Centro de Estudios de Medio Ambiente y Recursos Naturales Cemarna Upr en el que trabajé hasta hace poco más de 2 años.

Estaba tan cerca de mi antigua oficina que siendo domingo (pero sin percatarme de ello) y necesitando la ayuda de alguno de mis antiguos compañeros, para que trajeran algo que había olvidado, intenté llamar por teléfono y desde donde estaba realizando la llamada pude escuchar sonar el teléfono de la oficina, sin que alguien pudiera responder, por fortuna llamamos a un amigo y todo quedó resuelto.

Sucede que en tiempos del más brutal rebrote de la pandemia, de ruptura de récords de pacientes infectados diariamente y de que el país superara la cifra de 200 fallecidos, las tres residencias estudiantiles de la Universidad de Pinar del Río se han convertido en Hospitales de Campaña, que son atendidos por médicos especializados y profesores de la propia universidad.

El personal de salud recibe a todos los contactos de casos positivos y, antes de entrar en el edificio, les toma la temperatura y pregunta sobre padecimientos u otras afecciones que puedan tener; luego les entrega el avituallamiento necesario, consistente en sábanas, toallas, mascarillas, etc. Diariamente los visita chequeando el estado de salud y su evolución y pasados 5 días del último contacto con el caso positivo de referencia, procede a realizar la prueba de PCR.

Los profesores de la Universidad a los que me quiero referir de forma particular porque fueron mis compañeros y no son personal de salud, sino de apoyo en la contención de esta pandemia, se ocupan de toda la logística con valentía, arriesgándose a ser contagiados. A pesar de la compleja situación en que vivimos, dejan detrás durante al menos 2 semanas, familias enteras que sin dudas los necesitan, y luego de terminado este servicio deben hacerse un estudio de PCR, y someterse a una cuarentena de 2 semanas más en sus casas.

Durante su servicio, estos valientes están en contacto directo al menos 5 veces al día con personas sospechosas de ser positivos a la COVID-19, al ofrecer de forma personalizada la asistencia a las habitaciones de desayuno, merienda, almuerzo, merienda, comida y merienda, además de la limpieza e higienización de cada una de las habitaciones, los pasillos, áreas comunes y los baños que son de uso colectivo; sirviendo también de mensajeros en la entrega de paquetes o bultos enviados por los familiares y amigos de las personas que están aisladas.

Mi familia y yo tuvimos el privilegio de ser atendidos y servidos fundamentalmente por Doctores en Ciencias del Centro de Estudios de Dirección, Desarrollo Local, Turismo y Cooperativismo Ce-GESTA y por el asesor del decano de la Facultad de Ciencias Económicas, algunos de los cuales conocía por relaciones de trabajo y ahora admiro por su humanismo.

Fue muy grato y sorprendente reconocerlos, a pesar de su indumentaria de protección, y hasta disfrutar del muy buen trato y carácter, sus sonrisas y palabras de aliento y hasta de su manera de realizar el trabajo asignado, como si estuvieran realizando una gestión privada, al pregonar el servicio a las habitaciones y ofrecer aliento durante la angustiosa espera del resultado del PCR.

El último de los 4 días que permanecimos allí, alternaron y entregaron el servicio a otro equipo que los relevaba, SIEMPRE PROFESORES DE LA UNIVERSIDAD y creo que hasta algunos estudiantes.

Al día siguiente y después del mediodía tuvimos la buena noticia de que nuestros PCR eran negativos. Cuando nos marchábamos, me saludó a distancia un exalumno de hace poco más de 4 años, que seguramente ya es profesor y a quien le impartí temas de Gestión Ambiental, cuando era estudiante de 5to año de Licenciatura en Economía:

  • Profe, yo me di cuenta que no me había reconocido cuando le brindábamos el servicio, me dijo.

Lamentablemente no recuerdo el nombre de este joven, pero lo admiro tanto como a sus compañeros y a los profesores que durante más tiempo nos atendieron y que fueron:

Dra.C. Yamira Mirabal González,
Dr.C. Luis Gustavo Marín Cuba,
Dr.C. Silfredo Rodríguez Basso,
Dr.C. Carlos Cesar Torres Paez y
Dr.C. Ariel Gamez Iglesias.
Su valentía, altruismo, compromiso, entrega y humanismo es admirable.

A todos les reitero las gracias en nombre de los que, desde la condición de #sospechosos de estar contagiados por la actual #pandemia, contrajimos una gran deuda de gratitud con todos ustedes.

Acerca del autor

dcom

VREURI

Dejar un comentario