Por Edenia Abreu Hernández
La Sede Rafael María de Mendive de la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” fue el hogar que acogió por estos días a María de la Caridad González Ramos durante su ansiada estancia como voluntaria en un Centro de Aislamiento.
“Decidí entrar a la Zona Roja de la Sede Mendive porque sabía que por la situación epidemiológica que estamos afrontando últimamente, mi contribución era necesaria. Sentía la ambición y obligación de estar presente en un Hospital de Campaña desde que comenzó la pandemia, pero mi responsabilidad laboral con el ingreso de los estudiantes a las carreras universitarias me lo retrasó hasta ahora”, explicó la MSc María de la Caridad González Ramos, directora de la Comisión Provincial de Ingreso en Pinar del Río.
En un grupo compuesto por once profesores y estudiantes de la comunidad universitaria, la abnegada profesora desarrolló sus labores de apoyo en el Hospital de Campaña durante los últimos diez días, etapa que vivió de manera especial por la unidad lograda en el equipo que hoy se muestra como una familia.
María de la Caridad, quien lleva 37 años trabajando en el sector de la educación fue, durante una etapa, directora del circulo infantil “Los Criollitos” y hoy reconoce que las experiencias que de allí se llevó, le sirvieron muchísimo para desarrollar su labor en el Centro de Aislamiento que acoge a contactos de casos positivos, al respecto comentó:
“Allí no solo limpié y repartí alimentos u otras provisiones a los pacientes, también me tocó animar a muchos, me ponía en su piel para entender por lo que estaban pasando y conversaba mucho con algunos que realmente necesitan de apoyo psicológico y cariño”.
“Momentos complejos durante la estancia en Zona Roja era cuando llegabas a un cuarto y reconocías a compañeros de trabajo o a familiares de estos, ahí se hacía más difícil tratarlos porque estabas más involucrado en la historia de ellos”, agregó.
Durante los tiempos de descanso y para mitigar el cansancio, la profesora se entregaba a uno de sus hobbies, arreglar las jardineras y atender las plantas que ornamentan el centro educacional, un sitio más en el que deja su huella.