Por Edenia Abreu Hernández
48 años de experiencia docente, de ellos 38 en nuestra Casa de Altos Estudios, marcan la vida del MSc. José Madera Medina, Profesor Auxiliar del Departamento de Historia, para quien el conocimiento histórico ha sido guía en su andar colmado de convicciones.
“Durante todos estos años de trabajo como profesor de historia he llevado mis conocimientos históricos y pedagógicos a mis alumnos y a todos esos jóvenes profesores a quienes he tenido la oportunidad de acompañar y, en muchos casos, de asesorar. Brindarles mis experiencias y ofrecerles consejos, creo que les ha servido dialécticamente como ejemplo para seguir haciendo su trabajo como historiadores en formación”.
Como amante de la historia cubana y particularmente la pinareña, el consagrado profesor se refirió, y aclara lo hace osadamente, al aporte de la universidad vueltabajera al desarrollo de la provincia durante estos casi 49 años, al respecto comentó:
“Es invaluable la contribución de la Universidad de Pinar del Río a nuestra provincia. Primeramente tengo que mencionar el caudal extraordinario de profesionales de alta calidad científico -técnica y cultural graduados en esta institución y que, indudablemente, han aportado sus conocimientos al desarrollo de nuestro territorio y del país de manera general. También, desde la superación de postgrado y los Centros de Estudio, reconozco la enorme contribución que diariamente se realiza en cuanto a la mejora de todos los sectores de nuestra sociedad, aplicando ciencia a proyectos de desarrollo local sostenible”.
Bien se sabe que el estudio de la historia es indispensable para la formación de las nuevas generaciones, por ello, en sus faenas como profesor e historiador, Madera insiste en la importancia de que los mas jóvenes asuman, conscientemente, la práctica y el estudio sistemático de nuestra rica historia.
“A todos nuestros estudiantes universitarios, que no vivieron las etapas precederas a 1959 y las profundas transformaciones asumidas por la Revolución para el bien de todo el pueblo, siempre les recuerdo la importancia de leer de manera inteligente para comprender de donde venimos. Ningún joven debe olvidarse de aquella república hemipléjica, tutelada y neocolonial que nos impuso el interventor yanqui, eso deben conocerlo mejor que nadie nuestros jóvenes, pues ellos son el futuro del país y del mundo, y deben garantizar su correcto funcionamiento desde el presente. A ellos me dirijo siempre como historiador, como tutor, como amigo y como padre, pues así me considero”.
“A todos mis alumnos les recuerdo, con conocimiento de causa por mi experiencia de vida, que la juventud es un divino tesoro que no se puede dejar pasar sin aprovechar. Siempre los invito a que busquen y encuentren respuestas por sí solos a las preguntas que las dudas les plantean, y que lo hagan con la ayuda de la formación académica desde la ciencia, que lean mucho y después saquen sus propias conclusiones para poder responder hipótesis y aseveraciones con conocimientos adquiridos”.
«Para mí, el mejor consejo que pudiera dar a los estudiantes es el que legaron, desde 1957, los jóvenes Sergio y Luís Saíz Montes de Oca en el documento-proclama titulado ¿Por qué no vamos a clases?:
“Ser estudiante no es solo repetir en un examen materias, la mayor parte de las veces aprendidas ligeramente, ni asistir todos los días a clases o hacer debes en cuando una trastada” “. (…)Ser estudiante es algo más que eso, es llevar en su mente joven las preocupaciones del presente y el futuro de su país, es sentirse vejado cuando se veja al más humilde los campesinos, o se apalea a un ciudadano. Es sentir muy adentro un sentir de Patria, es cargar bien pronto con las responsabilidades de un futuro más justo y digno”.
