Desde los 17 años, Mariol Morejón García pertenece a la Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca» y en las aulas transcurrieron los últimos 34 como docente de la carrera Ingeniería Agrónoma.
Hoy a la Doctora en Ciencias le queda poco, o casi nada, por hacer en el área de las ciencias agronómicas: jefa del grupo Agroecología de la Universidad de Pinar del Río desde su fundación en 1998, coordinadora y presidenta del Comité Académico de la Maestría Agroecología y Agricultura Sostenible y del Comité Doctoral de Ciencias Agrícolas, premio del Rector por los resultados de investigación en 12 ocasiones y una por los resultados integralmente, dos veces vanguardia nacional del Sindicato de Educación y del Sindicato de la Ciencia, distinción del Ministro de Educación Superior (MES) por los resultados en el posgrado por cinco años…
Este 2021, y como si no fuera suficiente, volvió a obtener la distinción del Ministerio por su trabajo en el área del posgrado y la investigación.
¿Qué significa para usted este reconocimiento?
Significa un compromiso mayor, con mi provincia y con la Educación Superior, es un motivo más para seguir adelante, y siento una vez más que es el resultado de mi colectivo porque además ellos lo sienten así, la familia agropecuaria de Pinar y del país está pendiente de cada resultado que obtiene cada miembro del equipo grande, eso me hace más comprometida.
¿Cómo incentivar en los jóvenes el interés por la investigación desde la docencia?
Con el ejemplo, preparándonos e involucrándolos en las tareas desde los primeros años, enseñándoles a trabajar en equipo para la sociedad, inculcándoles el sentido del deber y la responsabilidad con cada tarea que asuman y la satisfacción del deber cumplido por uno y por los demás pero sobre todo confiando en ellos.
Después de tantos años dedicados al área del posgrado y la investigación, qué la impulsa a seguir en esta labor.
He estado la mayor parte de mi vida en la Universidad, la Universidad de Pinar del Río es mía como parte de mi misma, aquí he llorado, reído, disfrutado, es una fuente de constante aprendizaje.Aquí estaré hasta que mi salud me lo permita porque trabajo con muchos jóvenes que confraternamos en un ambiente de cordialidad, de compenetración, creo me falta mucho por hacer, seguir formando generaciones con la investigación y en el posgrado, con valores que le permita tener ese compromiso sentimental con su universidad, su provincia y su país, que puedan mirar la vida con los ojos del corazón como yo lo hago.