Entrevista a Karla Santana Rodríguez, presidenta nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), a propósito del X Congreso de la Organización.
¿Cómo parecer joven a los 100 años? Ciertas organizaciones envejecen con tal detención que imaginarlas en sus inicios equivale a negar su futuro.
La nomenclatura de la Federación Estudiantil Universitaria no describe su regia antigüedad, ni sus estriadas huellas de luchas: sus más de 380 000 afiliados mantienen la intacta fe de ser los primeros en cohabitar en ella y de aventurarse, como huéspedes del mismo destino, a una excursión de designios trascendentales.
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Karla Santana Rodríguez, presidenta nacional de la Federación, cree en la integración telúrica de las jóvenes multitudes, para ella, la FEU posee la fuerza para transformar, hacer, aportar y formar parte de «ese equipo de constructores de una nueva realidad en Cuba».
Sin embargo, cada uno de nosotros precisa, siempre, de alguien que responda por nuestras problemáticas, si no lo encontramos nos sentirnos desamparados, «la Federación Estudiantil ha demostrado, en todo momento, que puede cubrir determinadas inquietudes de los estudiantes.
«Y es natural: la calidad de vida de los jóvenes no solo atraviesa por como viven en la residencia estudiantil, sino también de tener laboratorios con mejores condiciones, una bibliografía actualizada. No es solo tramitar sus problemas en las instituciones, es actualizar las maneras de comunicarnos para que se sientan mejor representados».
¿Cuáles constituyen las principales problemáticas de la FEU?
Existen brechas que tenemos que cubrir: atender de manera particular las vulnerabilidades, preocuparnos por los estudiantes que, por ejemplo, no tienen laptop para realizar sus estudios con calidad y que no suponga un estado de desigualdad para poder acceder al conocimiento, cuáles son sus problemáticas en los barrios, cómo viven, cómo apoyar a los que trabajan y estudian…»
Otro de los temas de debate estriba en cómo la FEU realiza una movilización más efectiva de sus afiliados
La movilización no puede ser de forma inconsciente, los estudiantes tienen que saber a qué van, sentirse estimulados porque la actividad que van a realizar contribuye a su formación persona o a un escenario de producción del país, una oportunidad para aportar, para sentirse útiles.
En ocasiones solo asimilamos la motivación con la entrega de un reconocimiento o diploma, este es un ejercicio de debemos ir mejorando en la medida en que nuestros afiliados se sientan más plenos haciendo otras actividades sociales.
¿Cómo adecuar los intereses de los universitarios de hoy a la FEU?
Hay temáticas que antes no eran tan visibles como el ambientalismo, el feminismo y el cuidado y la protección animal, y es un reto para la Federación, para que constituya el escenario donde todas y todos se encuentren.
Cómo atendemos esos temas, qué espacio tiene hoy el ABC de la Organización para atender estas inquietudes. La FEU, como en todos los tiempos, tiene que parecerse a las circunstancias en la que vive, y hoy asiste a una realidad totalmente distinta a la de hace unos años.
¿Y el X Congreso?
Los escenarios del X Congreso tienen que convertirse en el espacio donde el estudiantado, con una capacidad de crítica y acompañada del elemento aportador, evalúe desde “el cuánto puedo yo hacer” para hacer la Organización más parecida a lo que ellos aspiran.
A veces creemos que la FEU son las estructuras de dirección y eso está alejado de la realidad porque la Federación no tendrían sentido sin la participación activa de los estudiantes.
Por eso este X Congreso, a 100 años de la fundación de la Organización por Julio Antonio Mella, se propone generar cuestionamientos en nuestros asociados más allá de sus propios problemas: cuánto puedo hacer yo por mi barrio para transformar la realidad de mi comunidad.
Retos
Los retos trascienden los muros de la Universidad. La FEU no solo es el canal de comunicación con los directores de las instituciones, si lo pensamos así seríamos muy elitistas.
Entender a los dirigentes como el escenario donde recae la responsabilidad de lo que podemos evaluar y es necesario cambiar, limita a que nuestros asociados se sientan con el poder de participar activamente en ese cambio, en esa transformación… tiene que haber también un ejercicio de conciencia colectiva en el que todo el mundo se sienta responsable.
El propósito de la Federación Estudiantil Universitaria es siempre sumar más estudiantes y dentro de la diversidad encontrar la unidad, convertirse en esa fuerza articuladora de la masa universitaria, en un escenario para el desarrollo de las capacidades y la creatividad para construir el proyecto común. Aunque no somos todavía consciente de ello, somos la generación del centenario de la FEU, entonces, hay que seguir haciendo.
