Por: Carlos Ariel Abreu Cordero
Griseida y Alejandro son dos jóvenes de diferentes edades, unidos en principios y voluntad de crear. Su amor y pasión por la Universidad de Pinar del Río destaca en todo su accionar.
Ella, Máster en Ciencias con una trayectoria integral envidiable y un talento excepcional para liderar el trabajo de las Brigadas Técnicas Juveniles en nuestra institución.
Él, estudiante de Pedagogía-Psicología, con alto sentido del deber y un deseo imperioso de cada día hacer un poquito más por Cuba y la FEU-UPR de la cual es su presidente. Ella muy callada, le gusta pasar desapersvida, muy perspicaz e inteligente. Él, muy inquieto, con una pasión que le imprime a las cosas que hace que en ocasiones sea contagiosa.
Ambos con personalidades un tanto diferentes, pero atrapan a quien los escucha, sus valores humanos y de responsabilidad les hacen ser grandes.
Enfrentan los desafíos con optimismo y de ellos nunca escucharás un «no» como respuesta, dispuestos a dar lo mejor de sí cuando el momento lo exige. Nunca pierden tiempo, siempre están un paso por delante, ocupados siempre, pero nunca para las tareas de la Revolución.
Por sus méritos, valores y por su ejemplo, ayer 4 de abril, recibiron la Condición «Siempre Joven» que otorga el Buró Nacional de la UJC y para orgullo nuestro, con ellos, se ha premiado también a la juventud de nuestra casa de altos estudios que hoy son protagonistas en disímiles tareas que la Universidad les presenta. De ellos habrá mucho que decir, pues su historia continuará y su voluntad de hacer más y mejor es característica principal. Son guerreros de estos tiempos, de los imprescindibles y de los que no se cansan.
La Comunidad Universitaria de Pinar del Río, se enorgullece por tener a tan valiosos jóvenes como Griseida y Alejandro de los cuales estamos seguros que nos seguirán dando más alegrías.