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Comentario Cuba Efemérides

La Protesta de Baraguá

Escrito por dcom

Corría el mes de marzo del año 1878 y se había pactado la Paz del Zanjón, acuerdo que llenó de amargura a muchos patriotas consagrados de la Guerra de los 10 años, luego que durante dos lustros quedó demostrado que la guerra, comenzada el 10 de octubre de 1868, había tenido un alto grado de radicalización desde sus comienzos con la digna actitud de Céspedes de libertar a sus esclavos, poniéndolos en el mismo grado de igualdad de derechos que el resto de los cubanos.

Luego, en 1869 la Asamblea de Guáimaro proclamó la igualdad de todos los habitantes de la Isla, aunque no se logró oficialmente la abolición de la esclavitud hasta que Carlos Manuel de Céspedes la decretara en la circular del 25 de diciembre de 1870, lo que significó un acto de radicalidad revolucionaria.

Otro momento de radicalización fue La aplicación de la tea incendiaria como método para impedir que España se valiera de las riquezas de la colonia para solventar la guerra.

El carácter popular de esta guerra, que permitió la ascensión a altos cargos militares a sectores humildes y discriminados de la sociedad cubana, fue otro factor de radicalidad que demostró que los hijos de Cuba querían una independencia con todos y para el bien de todos. Por tanto, resultó un duro golpe para los ideales libertarios de los cubanos que se entregara el país, luego de 10 años de horribles penurias al poderío español que tantos pesares y muertes había desatado en las vidas y espíritus de los cubanos.

Como resultados de esta frustración se produce el 15 de marzo de 1878, la mayor muestra de radicalización de la revolución iniciada en Yara, cuando precisamente un mulato, de origen popular, que se le conoce en la historia patria con el epíteto del Titán de Bronce, se irguió como representante de todos los cubanos amantes de la independencia y se erigió en el mayor símbolo de intransigencia revolucionaria de aquel momento dramático de la historia patria, al dejar claro al Capitán General español Arsenio Martínez Campos que si no se reconocía la independencia de Cuba ni la abolición de la esclavitud, no se aceptaba la paz.

¿Por qué Antonio Maceo exige al enviado del gobierno estas dos condiciones?
La razón está en que estos fueron los dos objetivos principales de la guerra, que fueron planteados desde el 10 de 0ctubre de 1868, y que no fueron alcanzados durante los 10 años de sangrienta contienda.

Con la protesta de Baraguá quedó salvado el honor del pueblo cubano ante la mancha del Zanjón, por ello José Martí con indignación y amargura expresó, en una lectura que hiciera en Steck Hall el 24 de enero de 1880, al referirse al fin de la Guerra de los 10 años: Nuestra espada no nos la quitó nadie de la mano, sino que la dejamos caer nosotros mismos

Hoy, a la altura de los 155 años de haberse iniciado la Guerra de los 10 años, catalogada por Martí como la década gloriosa y a los 145 años de la famosa frase: muchachos el 23 se rompe el corojo, los cubanos estamos en la obligación de defender la integridad de esta tierra, por honor, pero también por la invaluable sangre que ha regado nuestro pueblo a lo largo de estos 155 años de asedio hostil y ansias de doblegar nuestra rebelde hidalguía.

0Cada 15 de marzo, no solo es un recordatorio de la entereza de los que protagonizaron la Protesta de Baraguá, es un recordatorio de que tome esta tierra no lo hará con el objetivo de beneficiar al pueblo, sino con el fin de satisfacer sus apetencias imperiales y apagar en nosotros lo más preciado que tiene el ser humanos: el sentido de la dignidad plena.
¡Gloria a quienes protagonizaron la Protesta de Baraguá!
¡Gloria eterna a Antonio Maceo por su viril patriotismo!

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