Por Glendy Hernández Arozarena
Jorge entró a la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” agradeciendo por la oportunidad de realizar sus sueños de convertirse en geólogo; cinco años e innumerables experiencias después sale del mismo modo, alzando su voz para decir gracias y llamándola, en un poema muy personal e íntimo, “su casa”.
“Mi casa entre pinares y héroes.
Entre años de leyendas y batallas (…)
Y en mi ferviente anhelo de tenerte siempre
Como fiel guajiro a su bohío
Te llevo conmigo
En mi mente, en mi verdad
Vas junto al paso mío Mi Universidad, mi Universidad de Pinar del Río”.
Villaclareño, entusiasta, ejemplo para sus compañeros, investigador incansable, extrovertido, excelente ser humano. Jorge Rodríguez Betancourt fue el estudiante más integral de la cohorte académica 2014-2019 del plan de estudios D, Premio al Mérito Científico y obtuvo el reconocimiento especial de la FEU, organización a la que entregó muchos desvelos.
Hoy, con el diploma que lo acredita como Ingeniero en Geología, reconoce la importancia del camino andado.
“Lo importante no es el resultado, es el camino. Después de estos cinco años me siento mejor ser humano, con un montón de historias y más sueños por cumplir. Me llevo las vivencias, las personas especiales que Pinar del Río me regaló, cada una de las tareas que emprendimos juntos. Solo tengo que agradecer: cada minuto de aliento y de apoyo, cada enseñanza que me ayudó a crecer en la vida y en la profesión”.
Jorgito, como todos los conocidos, o no, le llaman prometió regresar a la casa que le abrió las puertas del conocimiento y la vida profesional; prometió no olvidar rostros ni ejemplos; prometió llevar a la nueva etapa que se avecina la sombra protectora del Alma Mater que lo acogió como el más especial de sus hijos.