Por Edenia Abreu Hernández
Este domingo, y aunque de una manera diferente, celebramos el Día del Amor, por ello, entiendo que es buen momento para pensar en el amor por tu tierra y en aquellas pequeñas cosas que te llevan hoy a defenderla desde cualquier escenario.
Esta sensible fecha procura apoyar a Cuba con tan solo amarla y desde el cariño de saberla historia, madre, tierra, techo, cuna, fe, hermosura y vida.
A Cuba hoy, en medio de una dolorosa y temida pandemia, enfrascada en una compleja Tarea Ordenamiento, próxima a un VIII Congreso del Partido y después de 62 sostenidos años de Revolución, se le demuestra afecto contribuyendo a su desarrollo socioeconómico y sumando voluntades en ello.
Amor por Cuba es comprender de esfuerzos y guiar a nuevas generaciones en ese pensar, logrando que, los más de 11 millones de hijos de este país, sean capaces de seguir el inagotable camino de la resistencia que ha caracterizado, desde inicios de la Revolución, al pueblo cubano.
Enamorar a esta isla es hablar y actuar con fundamento, es querer obtener información confiable sobre su proceder y es también, eliminar conductas malintencionadas dirigidas a crear confusión e incertidumbre entre la población.
Con nuestros actos del día a día, con lo que aporta cada cubano desde su puesto de trabajo, con las acciones solidarias que muestran quienes somos realmente, con un agradecido aplauso, una sonrisa desde la distancia, un mensaje positivo y una bandera en el alma, también manifestamos amor por esta isla bella.
La caricia del mar, el olor a tierra y yerba fresca, la añoranza por el barrio, el recuerdo de tus raíces, la música en cada rincón, un trago en las tardes y lo que eres hoy día, también son parte de ese inmenso Amor por Cuba.
