Por Osvaldo de Jesús Figueroa
Emociona el honesto y merecido agradecimiento desde la distancia, de un egresado de la Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca» y otrora líder de la Federación Estudiantil Universitaria en esa Casa de Altos Estudios a la Dr. C. María Cristina Salabarría Márquez, con motivo de culminar larga trayectoria como cuadro de dirección y pasar a desempeñar otras funciones, ello me motiva a reflexionar.
Recuerda el hoy brillante profesional sus estudios, reconoce una y otra vez a la profesora y consejera durante los cinco años de vida universitaria, refiere no poder dejar de apreciar el arduo y dedicado desempeño de Cristy como le dicen cariñosamente sus compañeros más cercanos, a la Vicerectora de Extensión Universitaria y Relaciones Internacionales de la UPR.
Con autoridad y conocimiento de causa asegura que ha sido «la mejor amiga de la FEU pinareña por muchos años, presente en cada batalla, luchando contra todo lo que intentara mancillar el nombre de la organización y de la Universidad, provista del consejo necesario y la intervención precisa, en defensa de las causas justas y apostando por el verdadero reconocimiento a la obra estudiantil, desde su puntual condición humana y docente».
Continúa ilustrando incontables anécdotas y momentos, «bebiendo de su cariño y luz propia; encuentros al filo de la madrugada, múltiples enfoques orientadores, y siempre el cálido gesto, la sonrisa de siempre, aun en complejas tempestades personales».
No sería justo de mi parte por conocerla de más tiempo ignorar vivencias que estoy seguro pasan por la mente de compañeros y amigos; por su humildad pido disculpas y licencia, tomo la facultad de recordar en breve síntesis.
Joven muy activa de familia revolucionaria de siempre, escogió de por vida la profesión de educadora, entusiasta incansable, emprendedora, exigente consigo mismo y los demás, mezcla de temperamento sanguíneo y apariencia dura, de principios de acero y actuar coherente, comportamiento dulce, siempre dispuesta a escuchar y a entender, de humanismo sin igual.
La recuerdo alegre por los pasillos de la Universidad de Ciencias Pedagógicas «Rafael María de Mendive», con sus estudiantes en disímiles tareas; profesora reconocida, dirigente sindical, que transitó por estructuras técnicas y de dirección, desde el Departamento, Facultad, Vicerrectoría de Investigaciones, Postgrado y Relaciones Internacionales, Rectora; estudiosa e investigadora que le valieron poder alcanzar doctorado en Ciencias Pedagógicas, impulsora sin igual contra todos lo desafíos de la formación doctoral en el claustro universitario.
Tampoco puedo pasar por alto, su trayectoria como micro brigadista, quizás poco conocida esta etapa pero donde soy testigo excepcional, en días difíciles del período especial, albergada lejos de su esposo e hijas, la operaria de albañilería era muy codiciada por la perfección de su trabajo poniendo azulejos, o en días de duras jornadas de fuerte sol durante sesiones en fundición de hormigón con pala en mano llenando vagones de arena o piedra cerca de la concretera, extensas jornadas de trabajo voluntario en obras sociales.
No puede faltar su presencia en movilizaciones agrícolas en cosechas de tabaco, tómate u otras producciones, su aporte fue significativo apoyando la construcción de campamentos para movilizados que tenían por destino el programa de producción de alimentos.
Esta amplia trayectoria y currículum le valieron para dentro de un prestigioso colectivo de microbrigadistas obtener por méritos propios su vivienda, la única mujer entre las primeras casas entregadas en aquel noviembre de 1991.
Viene a mi mente, la vecina atenta y solidaria, cederista enfrascada en el embellecimiento de actividades de celebración comunitaria, federada muy activa, madre y esposa amorosa y dedicada, compañera fiel, la amiga leal.
Su trabajo como rectora en la entonces Universidad de Ciencias Pedagógicas fue muy destacado, cohesionando al claustro en torno al proyecto educativo de la revolución; luego el proceso de integración universitaria, vienen entonces nuevas responsabilidades como Vicerrectora de Extensión Universitaria y Relaciones Internacionales de la universidad integrada, cuánto esfuerzo y dedicación.
En contexto diferente sus subordinados y familia laboral crecieron, nuevos amigos la aprendieron a querer y respetar, significativas han sido las tareas y resultados, reconocimientos en el deporte, cultura, acompañamiento a líderes estudiantiles; toda una estela de esfuerzo y consagración uniendo diversos saberes e identidades en el objetivo común de la nueva universidad.
Cuando se cierra un ciclo y comienza una nueva etapa después de haber servido mucho, cosa que obliga a continuar sirviendo viene a mi mente José Martí y su trascendente escrito, «Sobre los oficios de la Alabanza», del que me hago eco y cito:
«La generosidad congrega a los hombres, y la aspereza los aparta. El elogio oportuno fomenta el mérito; y la falta del elogio oportuno lo desanima. (…) El velero de mejor maderamen cubre más millas cuando lleva el viento con las velas que cuando lo lleva contra las velas. (…) «
La adulación es vil, y es necesaria la alabanza. Por estos días vendrán innumerables agasajos, justos y necesarios, las felicitaciones en medio de no pocos sentimientos encontrados en la despedida para María Cristina; en tiempos de Coronavirus, fieles a protocolos inviolables la vida nos impone momentáneamente el distanciamiento físico y social, existirá el reconocimiento en composición reducida pero sus muchos compañeros y amigos no pudiendo expresar frente a ella su merecido aplauso desde nuestros corazones expresamos el agradecimiento por tanta entrega y consagración a la revolución en el cumplimiento del deber, como expresará el egresado y antiguo líder estudiantil a su Vicerrectora, gracias por tanto amor.
Cristy tus compañeros y amigos estamos seguros que el destino te depara nuevas tareas dónde serás útil, tú seguro andar te continuará llenando de gloria en el exitoso camino por la vida. Recibe de muchos el fuerte abrazo de siempre.
¡Muchas felicidades y salud para usted compañera y su familia, la Patria te contempla orgullosa! 🇨🇺
Los palmeros somos testigos de la entrega, amor y solidaridad de esa gran profesional y amiga, a ella nuestras felicitaciones por esa obra y ejemplo como educadora y exelente ser humano…
Hermosa y merecida despedida para una mujer emblemática en la UPR.
De parte de mis colegas de la Sede Juan Marinello, del Pedagógico de Matanzas, un abrazo para Cristy, porque sus cariños se internacionalizaron desde la casa. Ella tiene un semillero amoroso.
Una experiencia inolvidable que me hizo ver el cuadro que es la Dr.C. Cristina, fue en una reunión de los especialistas miembros adjuntos de tribunales del CPLAC, de idioma Inglés, Portugués y Francés, para la preparación de recursos humanos para integrar la bolsa colaborativa internacional, y allí estábamos representando a la UPR. Su voz se alzó en bien común, para ayudar sabiamente desde el intercambio con los estudiantes angolanos, nativos, en idioma portugués. Así fue, un hecho que nació de su visión colaborativa, de su liderazgo participativo y de dimensiones versátiles, involucrando a los estudiantes extranjeros en las actividades interculturales, así aprendimos más de la lengua y culturas de los países de habla portuguesa, así esta sabia mujer, ni imaginaba ser el referente de muchas acciones que emprendimos para internacionalizar la lengua portuguesa desde la UPR. ¡Gracias Cristy! No cuesta trabajo saber que adonde quiera que vayas, llevarás tu fe en la Revolución Y TRES COSAS QUE DEFENDER: el honor, la familia y la Patria, que hoy y siempre, te comtemplará orgullosa, como nosotros, tus colegas de trabajo.¡Boa sorte!
Desde el Departamento de Publicaciones Científicas,
La Profesora Bárbara
Pienso que es un merecio elogio. Por razones de trabajo, tuve la opotunidad de interactuar con ella en una ocasión y me es suficiente para ratificar esas cualidades de humanismo, cálido gesto,siempre con una sonrisa; además de escuchar de los compañeros que la conocieron y trabajaron con ella que era un gran ser humano. Felicidades por toda la obra en su vida.
Es justo muy justo que en su reconocimiento Figueroa lo hace desde una visión martiana,a partir del artículo sobre los oficios de la alabanza.
Cristy como muchos la llamamos,se merece todo el reconocimiento , el cariño y respeto de todos los que hemos tenido la suerte de estar junto a ella desde lo laboral.Militar en el mismo núcleo del Partido.
Su trato respetuoso y lleno de cariño ,de reconocimiento hacia sus trabajadores,eso no se olvida
besos y mucha salud para nuestra rectora Cristy
Es un elogio y un reconocimiento muy bien merecido, para la profesional, la compañera, la amiga, la madre, la esposa y por sobre todo la EDUCADORA DE ESTOS TIEMPOS. Muchas felicidades Salabarría por la labor cumplida, que digo cumplida Muy BIEN cumplida. Éxitos en las nuevas tareas.