Por: India Alejandra González Molina
El saber empodera, abre caminos, traza destinos, marca diferencias. El conocimiento nunca para de crecer, de construirse dentro y por cada uno de los que así lo desean, es que hay algo mágico en él.Resulta en un bien que no se puede tocar, pero tampoco robar, lo que sabes se queda contigo. Aprendemos desde el momento del nacimiento y hasta el último aliento.
Se puede tomar lecciones de casi todo, porque las cosas verdaderamente increíbles no se limitan a un espacio y tiempo determinado. En un libro hay tanta sabiduría como en el rostro de un extraño que regala su sonrisa en la calle.
Es válido y funcional saber de las ciencias, el arte, las letras, pero también de educación formal, ética, buen comportamiento, pues no es posible limitar la existencia humana a una única área.
Los primeros maestros son los que nos regalan la vida y antes de soltarnos al mundo nos enseñan a vivir, es que en los padres hay una escuela permanente, un nivel del que no nos graduamos, por lo seguro que resulta volver, aun cuando lo que ya sabemos parece no ser suficiente.
Después vienen los uniformes, las escuelas, los horarios y las tareas, mientras que vamos cumpliendo años, sueños, metas, creciendo en cada sentido que sea posible. Es tanta la maravilla de ese proceso que el cambio de roles es una constante en la que el alumno puede enseñar al maestro en más de una ocasión y el maestro dar lecciones que no sean exclusivas a las materias.
Ser educando es un regalo, una oportunidad que se vuelve escenario para los recuerdos más memorables, las travesuras, las historias a las que se puede volver si hace falta un buen motivo del pasado.
En la Universidad está el último peldaño de la escalera formativa, se puede seguir a partir de ahí con otros estudios y superaciones, aunque los entendidos aseguran que no es lo mismo, porque la condición de alumno es semejante a los títulos nobiliarios, da poder y significado más allá del idioma.
Así que, si de deseos se trata, que no se pierda nunca la oportunidad de ser aprendiz y desde esa posición hacer para que las distintas realidades que forman el mundo, sean un poco mejor.
