Por India Alejandra González Molina, estudiante segundo año de Gestión Sociocultural para el Desarrollo
Tener profesionales con una formación integral es uno de los principales objetivos del sistema educacional cubano, en especial si se habla de las casas de altos estudios.
La Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” (UPR) no está ajena a tal empeño. Propicia en sus aulas una enseñanza de calidad con un sistema que permite el trabajo entre profesores y estudiantes en la labor investigativa, docente y extensionista, procesos sustantivos de la vida universitaria.
La participación en concursos, eventos científicos y demás plataformas que así lo permiten es una clara expresión de la labor diaria que se realiza bajo esos preceptos, pues los estudiantes en su mayoría, eligen un tema que van desarrollando durante su carrera y lo presentan en las diferentes etapas de desarrollo.
Ejemplo de ello es Nathaly de la Caridad León Acosta, estudiante de tercer año de la carrera Licenciatura en Derecho, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la UPR, quien este año mereció el Premio Nacional otorgado por la Sociedad Cubana de Derecho Internacional, de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC), por su participación en el Concurso Científico Nacional “Dr. Miguel D´Estéfano Pisani” en la categoría de artículo científico con el trabajo: “El impacto de las medidas coercitivas unilaterales en los derechos humanos”.
El tema responde a una de las líneas de investigación del Departamento de Derecho, y en el cual la estudiante viene trabajando desde su segundo año académico, a raíz del reciente acontecer internacional respecto a este asunto.
Al respecto, León Acosta asegura que, aunque el premio está a su nombre, no es suyo todo el mérito, pues contó con la tutoría y apoyo del profesor MSc. Jorge Luis Silva González, quien “ha sido el motor impulsor para llegar a este resultado”, destacó.
Ese es motivo esencial por el cual Silva González es parte indispensable de su trabajo, junto a otros involucrados, quienes también ayudaron metodológica, profesional y sentimentalmente, acota futura jurista.
Nathaly de la Caridad León describe esta experiencia como algo bonito y gratificante, en la cual contó con el apoyo de amigos, familiares, vecinos que la ayudaron de diversas maneras, contribuyendo cada uno a que pudiera alzarse con el galardón, que no solo constituye motivo de orgullo para ella y sus allegados, también para los profesores de la Facultad, quienes ven en este el resultado de un largo proceso ininterrumpido, ni siquiera por la actual situación epidemiológica que vive Cuba, pues se encuentran maneras para seguir haciendo y mantener el vínculo entre todos.