El 22 de octubre de 1972 inicia sus actividades docentes la Sede Universitaria de Pinar del Río, adscrita a la Universidad de La Habana, poniendo fin a una larga ausencia de estudios superiores en Vueltabajo, e iniciando un período de desarrollo en este ámbito educativo, que hasta la actualidad distingue por los impactos trascendentales alcanzados en el desarrollo económico, político y social del territorio pinareño y de otras provincias del país.
En este día, cuando se cumplen 49 años de ese trascendental momento, felicitamos en primer lugar a los fundadores, testigos de aquel momento en que aún sin profesores, sin estudiantes y sin una infraestructura definida, dijeron Sí a la idea de institucionalizar los estudios superiores en Pinar del Río.
Reconocimiento y agradecimiento a los que han hecho posible llegar hasta hoy con logros que trascienden, incluso las fronteras de Cuba.
A nuestros graduados, cubanos y extranjeros. A los profesores, trabajadores y estudiantes que hoy disfrutan del privilegio de una Universidad respetada y valorada como joya en el occidente del país.
Constituye un orgullo asegurar que ha sido una Universidad que no se ha detenido en 49 años, aún en los más difíciles momentos. Una Universidad de inmensa vocación social, que ha respondido siempre al llamado de la sociedad y ha estado presente para enfrentar retos y contingencias. Muestra de ello ha sido la respuesta de cuadros de dirección, estudiantes, profesores y trabajadores en está última etapa de enfrentamiento a la COVID-19.
En estas circunstancias una Universidad transformada en frente de combate, sin detener sus principales procesos y en avance! En este día de especial significación, con alegría y orgullo exclamemos:
¡¡¡MUCHAS FELICIDADES PINAREÑOS POR LA TREMENDA UNIVERSIDAD QUE TENEMOS!!
Un fuerte abrazo,
Dr. C Yorki Mayor Hernández, Rector
Nuestra universidad es fuente de desarrollo local y desde su fundación ha inyectado los programas de las instituciones, empresas y centros de trabajo para poner la ciencia al servicio de su ascenso. Seguiremos el camino trazado y así podemos demostrar que nuestra revolución cuenta para su desarrollo con el arsenal del conocimiento científico que se gesta en las universidades. Felicidades a nuestros universitarios de ayer, de hoy y del mañana.