Por MSc. José Madera Medina. Profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”.
Como siempre y recordando al Martí que llevo dentro, en este día especial: el “Día de las Madres” que celebramos cada segundo domingo del mes de mayo, como amantísimos hijos de nuestras madres y en homenaje también a todas las madres del mundo recurro de nuevo al gran mentor espiritual de los cubanos, José Martí , amoroso hijo de esa gran madre Leonor Pérez “patricio” el hijo, y por qué no “matricia”, la madre, pues supo sufrir y acatar las decisiones patrióticas y éticas de su hijo, y soportar tempranamente los horrores de la prisión que sufrió su hijo y lo duro de la foto arrastrando los grilletes en el cadalso, y a la vez lo duro, dulce ,fuerte, patriótico y ético del texto en poema enviado por éste a su madre desde la prisión, cuando Martí apenas iniciaba su adolescencia con 16 años y escribió a su madre en aleccionador e inmortal texto donde le expresó:
“Mírame madre, y por tu amor no llores,
sí esclavo de mi edad y mis doctrinas, tu mártir corazón llené espinas,
piensa que nacen entre espinas flores”.
En otro poema anterior a este texto, dedicado a su madre, poco conocido y divulgado, pero que considero memorable, José Martí, le escribió a la madre en sus natales en texto titulado “A mi madre”. Este fue escrito de 1868 con 15 años de edad. Se cree sea de probablemente sea uno de los primeros versos escritos por José Martí.
Son muchos los escritos cartas, notas y poemas escritos por José Martí a su madre. También son bastantes las cartas de esta a su único hijo varón que tanto también vivió alejado de ella.
Hoy decidí tomar el mencionado poema “A mi madre” dedicado por José Martí a su madre en sus natales, y lo hago como homenaje a las madres cubanas y de todo el mundo. También es un homenaje al Leonor Pérez la estoica madre del Apóstol de la Independencia de Cuba y Héroe Nacional cubano, en el marco de la jornada de conmemoración del 170 aniversario de su natalicio y por supuesto por el Día de las madres:
“A mi madre”
“Madre del alma, madre querida,
Son tus natales, quiero cantar;
Porque mi alma, de amor henchida,
Aunque muy joven, nunca se olvida
De la que vida me hubo de dar.
Pasan los años, vuelan las horas
Que yo a tu lado no siento ir,
Por tus caricias arrobadoras
Y las miradas tan seductoras
Que hacen mi pecho fuerte latir.
A Dios yo pido constantemente para mis padres vida inmortal,
Porque es muy grato,
Sobre la frente
Sentir el roce de un beso
Que de otra boca nunca es igual.
Por otro lado, es en este día EL AMOR A LA MADRE Y A LA PATRIA en Martí no fueron una dicotomía, sino una relación estrecha, una solo cosa, aunque coyunturas y deberes los separaran y pudieran parecer ubicados contrapuestos. Incomprensiones maternales pues claro que las hubo, pero no al extremo de lo antagónico que afectara el amor del uno por el otro. Considero que esto no ocurrió, ni en el extremo del extraordinario amor y preocupaciones maternales, e incluso las del hijo por la madre, como escribió en su poema dramático “Abdala “en 1869 en clara alusión a su madre carnal y la madre patria; siempre en conjunción, nunca contrapuestos los dos conceptos, en su sana y dialéctica interpretación:
“El amor, madre, a la patria no es el amor ridículo a la tierra,
ni a la yerba que pisan nuestras plantas;
Es el odio invencible a quien la oprime,
Es el rencor eterno quien la ataca;
Y tal amor despierta en nuestro pecho
El mundo de recuerdos que nos llama
A la vida otra vez…
Finalmente me auxilio nuevamente para el merecido homenaje a las madres en su día, en la última carta escrita por José Martí, a su querida madre, escrita el 25 de marzo de 1895 en vísperas de su partida hacia su amada Cuba al combate por la Revolución con el inicio de la Guerra Necesaria que el mismo preparó con mucho amor, cuidado y paciencia.
Dice el texto:
“Madre mía: Hoy, 25 de marzo, en vísperas de un largo viaje, estoy pensando en Vd. Yo sin cesar pienso en Vd. Vd. se duele en la cólera de su amor, del sacrificio de mi vida; y ¿por qué nací de Vd. con una vida que ama al sacrificio? Palabras, no puedo. El deber de un hombre está allí donde es más útil. Pero conmigo va siempre en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre.
Abrace a mis hermanas, y a sus compañeros. ¡Ojalá pueda algún día verlos a todos a mi alrededor, contentos de mí! Y entonces si cuidaré yo de Vd. con mimo y con orgullo. Ahora bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza.
La bendición.
Su J. Martí”.
¡FELICIDADES A TODAS LAS MADRES EN ESTE DÍA, Y EN TODOS SUS DÍAS!
¡BENDITAS TODAS LAS MADRES DE CUBA Y DEL MUNDO!