Bienvenidos al nuevo sitio de noticias de la Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca»
Efemérides Entérese UPR

Minuta conmemorativa

Escrito por dcom

El departamento de Extensión Universitaria de la Universidad de Pinar del Río socializa con la comunidad universitaria la minuta que debe leerse el viernes 24 de marzo, en los 10 minutos iniciales de ambas sesiones de docencia, dedicada a conmemorar los 126 y 118 aniversarios de la firma del Manifiesto de Montecristi y del natalicio de Julio Antonio Mella, respectivamente.

Minuta para recordación de dos de las efemérides acaecidas el 25 de marzo:

El 25 de marzo de 1895, el Delegado del Partido Revolucionario Cubano, José Martí, y el General en Jefe del Ejército Libertador, Máximo Gómez, firmaron en la localidad de Montecristi, República Dominicana, el documento titulado “El Partido Revolucionario Cubano a Cuba”, conocido como “Manifiesto de Montecristi”. Redactado por Martí, el escrito exponía ante el pueblo cubano y el mundo las causas por las cuales un mes antes los cubanos se habían levantado en armas.

El texto programático reiteraba la concepción martiana de “guerra de pensamiento”, entendida no como tentativa caprichosa de grupos, camarillas o personalidades, porque la experiencia de las contiendas libertadoras pasadas y de la historia del movimiento independentista en “nuestra América”, le llevó a la convicción de la necesidad de alejarse del espíritu nefasto de quienes procuraran fundar una república como las “feudales o teóricas” de América Latina que habían cometido el “error de ajustar sus realidades a los moldes extranjeros ajenos”.

El ideólogo de la Revolución ratificaba que se trataba de una nueva etapa de lucha que superara “la época de acomodo, ya vencida, entre los componentes heterogéneos de la nación cubana”. Entre las declaraciones de principio se encontraba la noción de “guerra sin odios”, es decir, La contienda armada no era contra el español, sino contra el colonialismo peninsular y por ello decía “los cubanos empezamos la guerra, y los cubanos y los españoles la terminaremos”.

Tampoco era una “guerra de razas” como la mostraba la propaganda proespañola y por ello recalcaba: “solo los que odian al negro ven en el negro odio”.
El Manifiesto concluía con una declaratoria de evidente signo latinoamericanista y antimperialista, al precisar los objetivos internacionales de la guerra necesaria, de esta forma explicaba “La guerra de independencia de Cuba, nudo del haz de islas donde se ha de cruzar, en el plazo de pocos años, el comercio de los continentes, es suceso de gran alcance humano, y servicio oportuno que el heroísmo juicioso de las Antillas presta a la firmeza y trato justo de las naciones americanas y al equilibrio aún vacilante del mundo”.

Tres días después de redactado el Manifiesto, Martí envió a Nueva York instrucciones precisas relacionadas con su distribución. El Manifiesto, impreso en diez mil ejemplares o más, debía ser enviado a la prensa y a los gobiernos latinoamericanos. Y en cuanto a su distribución en Cuba, se requería que llegara principalmente a manos de los españoles. Toda una obra de pensamiento signada por la unidad, la ética y la defensa de los principios revolucionarios.

Julio Antonio Mella
Julio Antonio Mella fue asesinado por el odio de la dictadura de Gerardo Machado cuando tenía tan solo 25 años. Estaba en México en los preparativos de una expedición que lo regresaría a Cuba para incorporarse a la lucha por la independencia.

El destacado revolucionario cubano había creado una impronta tan visceral en la juventud de la Isla que ni en otras tierras Machado estaba en calma.

La vida de Mella preocupaba porque era sinónimo de revolucionarlo todo, de pelea constante contra las injusticias que vivía Cuba.

Le arrancaron la vida cuando le quedaba tanto por hacer, porque jamás le flaquearon las fuerzas ni el ímpetu. Hace más de 90 años, dos disparos en Ciudad de México, sobre las 10 de la noche del 10 de enero de 1929, intentaron apagarle la voz, pero Mella, como dijera Fidel Castro años después, había hecho mucho en tan poco tiempo. Recordarlo hoy es un deber de la juventud por la que tanto luchó.

Acerca del autor

dcom

VREURI

Dejar un comentario