Durante la primera etapa de la Revolución Cubana se tomaron varias medidas en beneficio de la población, fundamentalmente del sector obrero-campesino. Entre las acciones más trascendentales se puede mencionar la Primera Ley de Reforma Agraria, firmada el 17 de mayo de 1959, que bajo el principio de que tierra debe pertenecer a quien la trabaja, se les hizo propietario de dicho recurso a más de cien mil familias campesinas, al mismo tiempo que se organizó la diversificación de la producción.
Esta nueva ley era eliminaba la situación de explotación del campesinado cubano, quien hasta esa fecha vivía bajo el acoso de la guardia rural, trabaja para compañías norteamericanas que ocupaban alrededor de un 80% de las mejores tierras del país y se adueñaban de la mayor parte de las producciones agropecuarias.
Hoy, cuando se celebra el 60 aniversario de la firma de tan significativa legislación, podemos afirmar que, sin dudas, su alcance ha sido aún mayor: ya no se limita a que los campesinos tengan tierra y la trabajen, sino que sean apoyados por los investigadores del país con el propósito de lograr mejores y mayores producciones de alimentos para la población.
En la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca” (UPR), mediante el Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL), perteneciente a la Facultad de Ciencias Forestales y Agropecuarias, se logra integrar la ciencia y la innovación a la producción agrícola del territorio. Profesores, estudiantes, investigadores y campesinos productores, de conjunto con instituciones y organizaciones del sector, trabajan codo a codo para obtener mejores frutos de la tierra.
Bajo el eslogan «buenas prácticas que transforman», PIAL, de conjunto con las delegaciones municipales de la agricultura en Pinar del Río, trabaja para mejorar continuamente los polos productivos del territorio, generando también nuevos puestos de trabajo para varias familias pinareñas, incluyendo a las mujeres.
“Desde la Universidad se ejecutan dos proyectos territoriales y cinco empresariales vinculados a la producción de alimentos. También se coordina el PIAL y se participa en dos proyectos de alcance nacional con incidencia en la producción agrícola”, comenta la MS.c. Yuliany Pacheco Correa, coordinadora del eje de comunicación del proyecto PIAL y Vicedecana de Actividades Extracurriculares de la Facultad de Ciencias Forestales y Agropecuarias.
Pacheco Correa ejemplifica que: “Entre los resultados concretos que hemos tenido, se puede mencionar el caso de la implementación de una innovación agropecuaria en Mantua, la cual permitirá aumentar la producción de granos y frutales en ese territorio, lo cual favorecerá a la juguera que se está construyendo en áreas aledañas al policlínico de ese territorio”.
Nuestra Casa de Altos Estudios además de asesorar y desarrollar investigaciones sobre el tema, ha organizado varios programas de superación para campesinos y líderes agropecuarios, entre el que se destaca el diplomado sobre sistemas de innovación agropecuaria local, donde participan seis municipios de la provincia representando a varios sectores. También resaltan los talleres provinciales y municipales en gestión del conocimiento, cambio climático, comunicación, monitoreo y evaluación.
“Todas las acciones desarrolladas con productores y técnicos en las bases productivas, desde la UPR y el PIAL, potencian la aplicación de tecnologías y prácticas agroecológicas en el desarrollo de las producciones agropecuarias, con énfasis en la diversificación de granos, viandas y frutales; además de fomentar el empleo de bioproductos, enmiendas orgánicas y el manejo agroecológico de plagas. También contemplamos actividades de capacitación hasta el nivel de base como parte de nuestras estrategias”, ahonda la Vicedecana de Actividades Extracurriculares de la Facultad de Ciencias Forestales y Agropecuarias.
Al respecto, el Dr.C. Luis Wilfredo Martínez Becerra, Decano de la Facultad de Ciencias Forestales y Agropecuarias agrega que de manera directa al mejoramiento de los resultados obtenidos por el campesinado cubano, específicamente el de Pinar del Río, también tributa la Maestría en Agroecología y Agronomía Sostenible, certificada de Excelencia por la Junta de Acreditación Nacional, en cuya próxima edición, pendiente a de abrir cuando la situación epidemiológica nacional lo permita, ya se encuentran matriculados más de 40 representantes de varias empresas e instituciones del sector en la provincia.
“Por estos tiempos, desde casa y contribuyendo al distanciamiento físico, miembros del proyecto y productores de la provincia también trabajan en la confección de varios textos, entre ellos, libros sobre conserva de alimentos, plantas medicinales, técnicas de primeros auxilios con terapia de medicina natural y tradicional, recetas caseras y cuentos infantiles, en los cuales el cuidador de la tierra es el protagonista”, aseguró Pacheco Correa.
Para celebrar desde casa esta fecha tan importante, sobre todo para el campesinado cubano, Selustiano Rodríguez, productor de la finca «El Palmar» y miembro activo del PIAL, quiso compartir con nuestra comunidad universitaria sus décimas de agradecimiento a la UPR por las bondades ofrecidas a su quehacer cotidiano, mediante el Proyecto PIAL.
Con el proyecto PIAL
yo voy a resolver
de poderme comer
una ensalada natural.
Y a la población brindar
con mucha alegría,
elaborado por mis manos,
los alimentos sanos
a base de la Agroecología.
Pedro Luis a la finca se asoma
y me dijo que no era un disparate
que sembrara muchos tomates
y que limpiara los montes de aroma.
Yuliany como buena persona
piensa en todos como iguales
de corazones sinceros
que haga muchos canteros
por un buen trabajar.
Es algo que quiero expresar
y es hasta una decisión
por la buena transformación
que me ha hecho trabajar
porque el proyecto PIAL
lo llevo en el corazón.
