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Comentario Covid-19 Educación

La evaluación del conocimiento online, el fraude y otras novedades asociadas que debemos analizar

La evaluación del conocimiento online, el fraude y otras novedades asociadas que debemos analizar
Escrito por dcom

Por  Néstor del Prado

La prolongación de la covid-19 en Cuba, ha obligado a pasar de la enseñanza presencial, a la mixta o totalmente online,también llamada virtual. En dependencia de los objetivos planteados, aparecen nuevas maneras de evaluar el conocimiento, y en ocasiones se aplican modelos inapropiados de evaluación y también se detectan manifestaciones de fraude, y otros comportamientos reprochables.

En este entramado se mezclan los roles de alumnos, profesores y organizadores y controladores de los procesos asociados.

No es lo mismo evaluar el conocimiento adquirido como parte de una superación informal, que cuando se trata de un proceso en que se otorga la aprobación de una asignatura; una certificación para ocupar un cargo;el ingreso a una carrera, u otro tipo de ejercicio de naturaleza similar.

Esto puede producirse tanto en el sistema nacional de educación, como en la preparación y superación de dirigentes o trabajadores en general; y en los cursos de habilitación de técnicos y obreros.

Con este artículo les propongo caracterizar el problema, analizar sus debilidades y amenazas y sugerir buenas prácticas, para que esta modalidad de aprendizaje nazca y se desarrolle saludablemente, y si fuera el caso logre una pronta rectificación de errores y tendencias negativas.

En mi columna Para Pensar de Cubadebate, pronto cumpliré 5 años de ejercitar el pensamiento matemático, tanto el vertical como el lateral, en que de manera voluntaria los lectores, o como les llamo los acertijandos, responden acertijos como una manera de ejercitar la mente y utilizar el tiempo libre.

El que responde bien es felicitado, el que responde mal, no es criticado, más bien exhortado a aprender de sus errores.

Tengo un apotegma con el que termino cada publicación de los lunes que dice:

“Es preferible una solución insignificante salida de cabeza propia; que una genial copiada en Internet o de otro, sobre todo sin entenderla”

El que copia y pega una respuesta sin entenderla, no está cometiendo contravención alguna, es una confrontación con su conciencia.

Ahora bien, si se trata de la evaluación de una asignatura que forma parte del diseño curricular en una carrera universitaria, o en los estudios preuniversitarios, secundarios o de la enseñanza técnico-profesional, la cosa cambia; y en los reglamentos disciplinarios se considera una conducta reprochable y sancionable copiar de otro alumno, o en el caso del profesor darle la respuesta y calificarle como si fuera escrita por el alumno.

En una prueba o evaluación presencial, el profesor puede detectar la comisión de un fraude de manera visual directa, pero en la modalidad virtual, no le es posible, a no ser que se emplee una técnica que permita la observación en tiempo real; o que sea algo muy burdo.

Por ejemplo en concursos de conocimientos oficiales online, se exige la filmación del proceso, de manera que un Grupo de Control, pueda verificar que la respuesta la está dando cada persona de manera individual. Estas técnicas por lo general son costosas por el empleo de equipos y conexiones en tiempo real; y además son vulnerables en conexiones poco robustas.

En la calidad de la evaluación, o en la comisión de un fraude docente, pueden estar  involucrados como norma, el alumno, el profesor encargado de evaluar y el metodólogo o funcionario del sistema que diseña y debe controlar el proceso.

Como hemos dicho existen diferentes tipos de evaluaciones y control del proceso. También diferentes maneras de detectar con certeza aceptable, que un alumno está copiando la respuesta de otro, o simplemente está con el libro abierto.

Hay tipos de evaluación, cuyas respuestas pueden ser idénticas y no implicar que se haya cometido fraude. Son las preguntas cerradas, en que no se exige la explicación de cómo se llegó a ese resultado.

En la evaluación virtual, resultan más apropiadas las preguntas o tareas que requieren la aplicación de los conocimientos, la integración de contenidos, la solución problémica; en fin aquello que se puede evaluar con libro abierto.

En este caso un profesor con experiencia, que domine su materia, puede detectar un comportamiento fraudulento.

Es posible que un alumno copie de otro, pero que tenga suficiente inteligencia como para realizar cambios de redacción e incorporar otros aspectos pertinentes, que resultará difícil catalogar de fraude. Es ahí cuando a veces cabe lo de que copió, pero aprendió.

Las preguntas o problemas abiertos, son más difíciles de calificar, es por eso que muchas veces se evaden por algunos profesores, y obviamente el control de los metodólogos es insuficiente o hasta ausente.

Un aspecto medular es la exigencia de recursos multimedia  a los alumnos en sus respuestas. Claro está que estos recursos bien empleados, aportan calidad en las respuestas, y en ocasiones podrían ser utilizados por los profesores para compartirlo con alumnos menos aventajados. Recordemos que en la educación a distancia se produce de manera significativa la participación del alumno, que puede y es deseable que se convierta en una especie de monitor virtual y además virtuoso. Los profesores deben detectar, ayudar y utilizar a estos estudiantes aventajados.

Aunque no es el centro de este artículo de opinión, debemos tener en cuenta que en la medida que las respuestas de los alumnos utilizan imágenes y vídeos, se complican las conexiones y su impacto en los bolsillos de profesores y alumnos.

Entonces podemos afirmar que la manera de evaluar es de suma importancia.

Desde el punto de vista preventivo y de trabajo educativo, es importante advertir sobre el comportamiento fraudulento; y caracterizar aquellos comportamientos que pueden ser calificados como tales, así como las implicaciones para la continuidad de estudio, ya sea en el pregrado o en el posgrado.

Un profesor que detecta una actitud fraudulenta inicial, debe señalarlo a tiempo al estudiante, insistiendo con amabilidad pero con firmeza el error que está cometiendo.

Otro aspecto de importancia es la sobrecarga evaluativa, que no tiene en cuenta las condiciones en que los alumnos desarrollan el estudio, así como la disponibilidad de recursos tecnológicos y financieros.

Estoy seguro que en este artículo no aparecen aspectos y situaciones que también son importantes en el tema abordado; pero como siempre digo la participación de ustedes, la valoración crítica y las sugerencias de mejora harán su trabajo para de conjunto elevar la calidad en la teoría y la práctica.

(tomado de Cubadebate) http://www.cubadebate.cu/opinion/2021/06/16/la-evaluacion-del-conocimiento-online-el-fraude-y-otras-novedades-asociadas-que-debemos-analizar/

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